Uncategorized

La revancha de los globertrotters

La multitud que acompañó a Lanús a Sarandí en busca del campeonato, nunca lo imaginó. Los futbolistas en el terreno de juego, mientras se consumaba la inesperada derrota por 4 a 1, tampoco lo podían creer. El sueño de campeón se desmoronaba estrepitosamente en el terreno del Viaducto. El equipo no encontraba la pelota, ni las marcas, ni la fuerza necesaria para revertir un destino sorprendente, ante el estupor de más de seis mil granates sacudidos por el estigma de los Globetrotters, una cruz que persiguió a Lanús a lo largo de cinco décadas, y que con la obtención del titulo de Campeón del Torneo Apertura 2007 parecía superada. Fue más fuerte que el dolor por la derrota, más que la sorpresa, el temor por la vuelta del fantasma de las desdichas y las frustraciones inoportunas. El objeto de esta nota es demostrar que nada está perdido, que en una definición que parece pensada por el diablo, los cruces entre los que pelean por el título, sumado al casi seguro descenso de San Martín de Tucumán, el rival de Lanús en la última fecha, aun después de la aplastante derrota en Sarandí, ponen al equipo de Zubeldía nuevamente en inmejorable posición para obtener el campeonato. Y que a diferencia de los Globetrotters, cuya leyenda se manchó para siempre en un segundo tiempo para el olvido del que no tuvieron retorno, Lanús dispondrá el próximo domingo de una chance inmejorable de tomarse revancha, y derrotar a Vélez en La Fortaleza de Cabrero y Guidi, quedando así a las puertas de la obtención de la tercera estrella.

Huracán, que superó con lo justo a su tradicional rival, un adversario devaluado y sin espíritu, dando muestras de sentir la falta de pretemporada, la falta de pertenencia y compromiso de algunos jugadores, y la presión de no defraudar tanta expectativa, recibirá a Arsenal, el que produjo el milagro que sumió al Granate en el desconcierto: Su técnico implementó una modificación estratégica, producto de la correcta lectura de los errores que comete Lanús, señalados hasta el cansancio en estas páginas, al menos por ahora, absolutamente en vano. Y Arsenal, que no podía ganarle a nadie últimamente, aplicó a la perfección la idea de Burruchaga para aplastar al puntero sin discusión. Con el envión anímico de tan rutilante victoria, debería ser un muy duro rival para el Globo. Si supera ese escollo, en la última fecha Huracán visitará al nuevo puntero, Vélez, que vendría de caer ante el Grana, pero que de ninguna manera va a tolerar una hipotética vuelta olímpica “quemera” en su propia casa. No la tiene fácil el equipo de Ángel Cappa. Y menos sencillo aun es el panorama del nuevo puntero Vélez: el destino le programó a sus dos competidores para las dos fechas finales.

A pesar de la derrota que aun hoy lastima los corazones granates, el camino hacia la tercera estrella está aun despejado. Si plantel, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas, cada uno en lo suyo, pueden aprovechar el revés para crecer, y comprenden que la fortuna les plantó una inesperada revancha, si dejan de lado las diferencias y los caprichos, si recuperan el espíritu combativo y ganador que fue el sello del equipo de Ramón, y la derrota sirve para corregir flaquezas, tranquilamente podría superar a Vélez. En Lanús, suele perder el más pintado. Y de ser así, el viaje a Tucumán para enfrentar a un San Martín descendido, mientras Vélez y Huracán se rompen los cuernos en Liniers, podría resultar un agradable paseo.

Recién después, terminado el campeonato, será el tiempo de revisar lo actuado. A la segura y merecida renovación del compromiso con Zubeldía, debería preceder una charla bien a fondo entre la conducción del club y el joven entrenador, en la que tendría que quedar bien claro que no se le da el mejor plantel de la argentina para que realice experimentos alocados. Y que si los realiza, que tenga la capacidad de comprender cuando no funciona una idea. Si así hubiera sido, los granates de corazón nos habríamos ahorrado varias derrotas impensadas ante rivales mediocres como Gimnasia, Argentinos y Arsenal y el equipo habría sacado la diferencia que realmente existe entre Lanús y el resto del fútbol argentino.

Estamos en medio de una semana clave para la historia de Lanús. Una semana en la que los protagonistas deberán discutir y conciliar aspectos decisivos para la obtención del objetivo. Un plantel que conoció la gloria, no puede ni debe silenciar su voz ante planteos tácticos que van en contra de la esencia de este equipo. Jugadores como Valeri, Blanco, Salvio, Fritzler y Sand, los que más padecen esta descabellada idea que Zubeldía no quiere descartar de una vez por todas, y los defensores, señalados por la prensa como la debilidad del equipo, principales víctimas de la insólita decisición estratégica, deberían alzar la voz en la intimidad del grupo y pedir una vuelta a la normalidad. Tienen por delante la revancha que no tuvieron los viejos Globetrotters. La gente los despidió con aplausos, el destino les tendió una mano con el fixture, es tiempo de volver a las fuentes futbolísticas en las que siempre ha bebido el juego de Lanús. Es ahora o nunca.
 
por Marcelo Calvente, editado en el sitio «corazón granate«

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *