Bajo el lema “Justicia paraTodos. Justicia para Daniel”, más de un centenar de vecinos se reunió en la Plaza Constitución de Valentín Alsina, para conmemorar el tercer mes desde la muerte de Daniel Capristo y pedir seguridad para el barrio.La concentración incluyó el corte de la avenida Perón y una pequeña marcha desde la plaza hasta la calle Florida. Durante la hora que duró el encuentro se sostuvo en forma constante el aplauso de los manifestantes. Posteriormente, se realizó un minuto de silencio y, a continuación, Facundo, hijo de Daniel, agradeció a todos los presentes con lágrimas en los ojos.
En diálogo con APLanús, Facundo afirmó: “Nos juntamos todos los 15 para pedir más seguridad. La gente está disconforme porque el Estado debe proveer de salud, educación y seguridad y no lo está haciendo y por eso padecemos estas situaciones todos los días. Parece que nadie se da cuenta. La política de turno está equivocada o somos nosotros los que estamos equivocados. Creo que la soberbia es la comida de los ignorantes”.
En relación con el rol del Municipio, Capristo estableció que “el intendente (Darío Díaz Pérez) cumplió con todo lo que estuvo a su alcance” y que se entregó un petitorio al Concejo Deliberante para exigir más seguridad, iluminación y cámaras, pero “nadie confirmó nada”.
Finalmente, Facundo habló sobre la causa por el asesinato de su padre: “Quedó todo en la nada y eso es lo que a uno le da bronca y lo lleva a movilizarse. Tenemos un petitorio para una ley penal juvenil, donde se solicita que los chicos vayan a un reformatorio, donde estudien, se les enseñe un oficio y cumplan la condena hasta que la terminen. Nosotros no somos jueces, ni fiscales, nada, eso lo tiene que amparar la ley. Estamos juntando firmas y ya tenemos 300 mil, pero queremos alcanzar el millón. En la página www.danielcapristo.com.ar, está el formulario que lo pueden llenar y enviar. Durante la semana llegaron sobres de todas las provincias del país, entonces, te das cuenta que la inseguridad la sufren todos”.
Daniel Capristo fue asesinado en la puerta de su casa, por un chico de 14 años, en un intento de robo.