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Alumnos de Polimodal investigan la influencia de las antenas en la salud de los vecinos

Alumnos de Polimodal de la escuela Santa Faz de Lanús realizaron un trabajo sobre la contaminación y el impacto que las antenas poseen sobre la salud de los vecinos en el Municipio.
La actividad surgió luego de una charla informativa dada por “Vecinos por la vida”, organización de Remedios de Escala. Tras buscar información en Internet, los chicos realizaron encuestas supervisadas por una profesora de biología en un barrio con antena de telefonía celular.
Las averiguaciones, según el informe, dieron los siguientes resultados:
Encuesta realizada en un radio de 400 metros con influencia de una Antena de Telefonía Móvil
Cantidad de casas encuestadas: 160
Cantidad de habitantes encuestados: 649
Insomnio: 12.48%
81 habitantes que lo padecen
Depresión: 12.48%
81 habitantes que la padecen
Dolores de cabeza: 29.74%
193 habitantes que lo padecen
Alteración del ritmo cardíaco: 8.80%
57 habitantes que la padecen
Picazón en ojos: 11.09%
72 habitantes que lo padecen
Dolores, calambres o articulaciones tensas: 18.80%
122 habitantes que los padecen
Piel seca con descamación y/o picazón: 10.17%
66 habitantes que lo padecen
Mareos y vértigos: 7.40%
48 habitantes que los padecen
Abortos espontáneos: 2%
13 habitantes que los padecen
Algún tipo de cáncer: 3.85%
25 habitantes que lo padecen
Encuesta realizada a 200 metros de la instalación de la antena con 128 personas entrevistadas
Insomnio: 18.75%
24 habitantes que lo padecen
Depresión: 16.40%
21 habitantes que la padecen
Dolores de cabeza: 40.62%
52 habitantes que lo padecen
Alteración del ritmo cardíaco: 13.29%
17 habitantes que lo padecen
Picazón en ojos: 21.88%
28 habitantes que lo padecen
Dolores, calambres o articulaciones tensas: 32.03%
41 habitantes que los padecen
Piel seca con descamación y/o picazón: 21.10%
27 habitantes que la padecen
Mareos y vértigos: 14.06%
18 habitantes que los padecen
Abortos espontáneos: 5.50%
7 habitantes que los padecen
Algún tipo de cáncer: 13.28%
17 habitantes que lo padecen
Encuesta realizada a 200 metros, sin influencia de la Antena Móvil
Insomnio: 10.93%
14 habitantes que lo padecen
Depresión: 7.08%
10 habitantes que la padecen
Dolores de cabeza: 32.81%
42 habitantes que los padecen
Alteración del ritmo cardíaco: 7.03%
9 habitantes que lo padecen
Picazón en ojos: 8.05%
11 habitantes que lo padecen
Dolores, calambres o articulaciones tensas: 19.53%
25 habitantes que los padecen
Piel seca con descamación y/o picazón: 4.69%
6 habitantes que los padecen
Mareos y vértigos: 6.25%
8 habitantes que los padecen
Abortos espontáneos: 0.78%
1 habitante que lo padece
Algún tipo de cáncer: 0.78%
1 habitante que lo padece
En relación a las posibles soluciones, el trabajo indica:
La instalación de antenas satelitales que permitan la comunicación en reemplazo de las antenas de telefonía móvil.
La instalación de fibra óptica subterránea que emplea el sistema de láser, ya que permite la comunicación a larga distancia de manera eficaz, en lugar de las antenas.
La aprobación de una serie de normas de seguridad que solo admitan la instalación de antenas de telefonía móvil en zonas donde, dentro de un radio mínimo de 200 metros, no haya población.
El control de que las medidas de seguridad sean cumplidas.
La prohibición total de la instalación de dichas antenas cerca de viviendas, instituciones sanitarias y educativas.
La petición a los operadores de telefonía móvil que faciliten planes de uno o dos años a los ayuntamientos detallando sus intenciones con respecto a las antenas.
La interrupción del funcionamiento de las antenas que ya estén instaladas y reemplazarlas por otro sistema de comunicación o llevarlas a un lugar descampado.
Pedir información y averiguar si es recomendable la instalación de pantallas de protección eléctrica si la vivienda está cerca de una antena de telefonía móvil.
También se refleja el papel que cumple la Organización Mundial de la Salud en este tema y se establece que “dentro de los efectos sobre la salud que las antenas de telefonía móvil provocan se encuentran tres importantes riesgos sanitarios documentados:
Afecciones sobre la permeabilidad cerebral: Investigado en la antigua Rusia hace 27 años y en los Estados Unidos hace 22 años. Recientemente comprobado en la Universidad de Lun, Suecia.
Alteración del electroencefalograma: Investigado por el Dr. Lebrecht Von Klitzing de Lübech en Alemania hace 6 años.
Rotura de cromosomas: Investigado por el Dr. Henry Lai en la Universidad de Washington hace 6 años. El Dr. Neil Cherry de la Universidad de Lincoln, Nueva Zelanda, recomienda no guardar los teléfonos celulares en un bolsillo próximo al pecho o en el cinturón, cerca del hígado, los riñones, la matriz o los testículos, porque la radiación de microondas puede romper los cromosomas donde quiera que estén.
Debido a la preocupación sobre lo ya mencionado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) inició en 1.996 el Proyecto Internacional EMF para evaluar las pruebas científicas ya existentes de posibles efectos sobre la salud de los campos electromagnéticos (EMF) y los campos de radiofrecuencia (RF) emitidos por los teléfonos móviles y sus estaciones de base, y fomentar la realización de nuevas investigaciones. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer –organismo especializado de la OMS- examina las relaciones entre la utilización de teléfonos móviles y posibles efectos adversos a largo plazo para la salud.
La OMS ha declarado que mientras prosiguen las investigaciones, se tengan en cuenta una serie de recomendaciones, entre las que se encuentran:
1. Que se cumplan estrictamente las normas de seguridad nacionales e internacionales.
2. Que se tomen precauciones cuando se utilicen teléfonos móviles en las proximidades de los equipos electromédicos, sistemas aéreos de navegación, y dispositivos como marcapasos y audífonos.
3. Que se consulte con las autoridades locales y el público para la ubicación de antenas.
4. Que se pongan en marcha eficaces sistemas de información sanitaria y de comunicación entre científicos, gobiernos, industria y los ciudadanos”.

El informe fue acercado a nuestra redacción por José Gago de “Vecinos por la Vida”

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