La actividad incluyó la entrega de volantes, que informaban sobre los diferentes efectos que podrían ocasionar esta clase de antenas, como el aumento de la presión arterial, dolores de cabeza, insomnio, cáncer y anemia, entre otras.
“Tenemos derecho a vivir y por eso exigimos: que se aplique el principio precautorio. La ausencia de información o certeza científica en cuanto al daño en la salud, no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas”, indicaba el folleto.
Los vecinos autoconvocados se reúnen todos los sábados a las 16.30 horas en Margarita Weild y Pirovano, Lanús este.