La muerte de Sandro también provocó dolor en el ámbito político, sobre todo en los dirigentes de Lanús y Lomas de Zamora, lugares donde el astro creció y residió, respectivamente, hasta las últimas horas de su vida. Muy cerca de la vivienda donde se crió el cantante, en la localidad de Valentín Alsina, una calle llevará próximamente el nombre de «Paseo de Sandro» gracias al entusiasmo de un grupo de vecinos que apoyó la iniciativa. Para Darío Díaz Pérez, intendente del municipio sureño de Lanús, el cantante «siempre caló profundo en el sentimiento de los vecinos de este distrito, porque todos se sentían identificados con él».
Es así que un grupo de personas, aquellas que solían recorrer junto a Sandro los alrededores de la plaza 1° de Mayo, en Valentín Alsina, partido de Lanús, pensó en crear un museo que relacionara todos los recuerdos vividos por Sánchez en ese barrio. La simbiosis era mutua: el primer simple que grabó Sánchez se llamó Comiendo rosquitas calientes en el Puente Alsina, en clara alusión a su vecindario.
El tributo de la política hacia el artista comenzó hace 10 años, cuando las autoridades de ese municipio lo declararon ciudadano ilustre. El solemne reconocimiento se repetiría el 15 de agosto de 2006. El entonces vicepresidente Daniel Scioli distinguió a Sandro con la Mención de Honor «Senador Domingo Faustino Sarmiento» por la extensa trayectoria del cantante y también lo reconoció como ciudadano ilustre.
Por ahora, el jefe comunal de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, no ha dispuesto aún ningún acto para recordar la figura de Sandro porque consideraba, según indicaron fuentes municipales al diario La Nación, que la pérdida de este ser, «tan querido en la zona», era muy reciente. Los rumores que circulaban en Banfield, donde el artista residía, dejaban entrever que la calle donde está emplazada su vivienda podría llegar a tener su nombre para homenajearlo.
