El referente del Partido Obrero Lisandro Martínez opina sobre la visita de la presidente, Cristina Fernández, a Lanús y el pago de la deuda externa.
«Los festejos del Bicentenario tendrán que demostrar si la Nación en algún momento vivió y se desarrolló para el interés de la mayoría de sus habitantes. ¿Quién puede aseverar que la Argentina es soberana? ¿No han sido acaso los intereses externos los rectores de todas las decisiones que se han tomado contra el interés público?
200 mil millones de dólares de deuda externa destacan la inviabilidad del proyecto de dependencia nacional, sea conservador, aliancista o nacional y popular y revela el maridaje histórico de la burguesía nacional con los fondos buitres, ayer, hoy y mañana.
Cristina Fernández vino al Ateneo de Villa Jardín a festejar la vuelta al trabajo sin derechos ni leyes -forma de explotación que se conoce como ilota- y celebró como gran acierto que con pala y rastrillo, a mano limpia, sin medidas de salubridad, sin maquinaria ni la ayuda de tecnología alguna, los desocupados hayan limpiado el terreno y eliminado ratas de 4 patas que habitan la ribera. Esto se hizo a costo cero mientras los millonarios créditos del Banco Mundial destinados a limpiar el Riachuelo son embuchados por los funcionarios. Fernández se ufanó del “Plan Argentina Trabaja”, confundiendo condiciones feudales con un proceso de capacitación y creyó que con pala y rastrillo “se van a llevar adelante obras transformadoras y al mismo tiempo ganar un sustento” ¿1200 pesos qué cosas sustentan?
En su discurso en Villa Jardín, donde los orines se vuelcan a las zanjas y donde Quindimil, Díaz Pérez y su esposa mintieron un plan de viviendas populares y un Hospital, la presidenta macaneó de lo lindo tomándonos por tontos:
“Por eso, lanzamos los planes de Obra Pública más importantes que se tenga memoria, por eso los planes de Vivienda, por eso la Asignación Básica Universal para aquellos chicos que todavía sus padres no tienen trabajo”.
Y siguió “desde el 2003 el modelo económico, social político y cultural priorizó la defensa de los intereses de los argentinos”. Pero cuando su gobierno permite que en dos años se fuguen 40 mil millones de dólares al exterior y se despiden 500 mil obreros ¿es a favor del pueblo?
La presidenta hizo un paralelismo entre ratas de 4 patas y fondos buitres, pero se olvidó de mencionar las ratas “humanas” que su mismo gobierno engorda con subsidios y que envenenan el riachuelo y por lo tanto a todo Lanús.
Cristina se jactó de tener una política de desendeudamiento, cuando la crisis desatada entre Redrado y su gobierno es por ver quien es el que más “forrea” y garantiza el pago de esta deuda adquirida por demócratas y dictadores a espaldas del pueblo y para beneficiar a su camarilla con las migajas.
Dijo también “afuera hicieron muy buenos negocios los que se llevaron el dinero de los argentinos” ¿Pero no son los K precursores en fugar dinero? ¿No son fondos buitres donde depositan los K, vía isla Caiman? ¿En la escala zoológica, dónde ubica Cristina Fernández a Aldo Ducler quien la asesora para especular?
Fernández confesó la impotencia y cipayismo que acompaña a su claudicante clase social, diciendo “Y hoy, que tenemos reservas por más de 48 mil millones de dólares, como nunca las tuvimos, en realidad si contáramos los 10 mil millones que pagamos al Fondo, estaríamos en 58 mil millones de dólares”. Pero ¿Pa’ qué sirven 48 mil millones si el país no los puede disponer para industrializarse independiente de los buitres? ¿De qué sirve la guita si la tienen encanutadas los bancos acreedores en el exterior? ¿Para qué tantos ahorros si no sirven para crear puestos de trabajo y hacer las grandes obras públicas? Por lo demás es lógico que a la presidente despechada se le caigan los mocos, por haber pagado 10 mil millones que nadie reclamó y que hoy ni siquiera ablandan el corazón usurero.
Más adelante habló para el FMI “El default no es de este gobierno, la deuda que estamos pagando y seguiremos pagando no la contrajo este gobierno, al contrario, este gobierno viene pagando y pagando desde el 2003 todas las deudas” y agregó “he escuchado a algunos hablar de deuda legítima o ilegítima. Señores y señoras: el momento de analizar si la deuda dejada por la dictadura era legítima o ilegítima, era durante el primer gobierno democrático”. Y agregó “pagamos deuda y de lo que debíamos, hoy debemos menos del 40 por ciento y vamos a seguir pagando, porque queremos ser un país serio, que se hace cargo de sus cosas, porque las reservas son nuestras, de los argentinos, pero las deudas también son de los argentinos y tenemos que hacernos cargo con responsabilidad”. El Citibank, Deutsche Bank y Barclays, socios de Fernández saludaron haciendo clink caja.
En el Ateneo, Charly le dio un codazo a un morocho que cabeceaba durante el discurso y le advirtió “A ver ñato si te despabilás y entendés que con esta dirección perdemos hasta los trapos”.
No al pago de la deuda externa del cipayaje (gobierno y oposición). Utilizar las reservas para reindustrializar al país bajo control obrero».