La secretaria general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba-Lanús), Marisa Barromeres, denunció irregularidades en el funcionamiento de los comedores y meriendas escolares, a tan sólo dos días del comienzo de clases.
“Como los pagos a los proveedores están atrasados, están informando a las escuelas que va a bajar aún más la calidad de los alimentos y que no van a mandar más carne ni pollo, cuando en realidad sólo la mandaron tres veces el año pasado y las milanesas de carne en verdad eran de soja, que son incomibles. Además, no se recibieron, ni ayer ni hoy, leche, azúcar, yerba, por lo tanto los chicos están comiendo “libritos” y alfajores, pero no están tomando nada, entonces los docentes están haciendo una colecta y comprando para hacer mate cocido”, explicó Barromeres.
Asimismo, la representante sindical indicó que existen problemas edilicios y de mobiliario que entorpecen el funcionamiento normal de las instituciones educativas, debido a que el Consejo Escolar no realizó las refracciones necesarias durante las vacaciones de verano.
“Por suerte no tenemos esas lluvias torrenciales como las de febrero, sino muchas de las escuelas estarían inundadas por las filtraciones que hay. Por ejemplo, dos salas del jardín 907 no pudieron comenzar porque lo que el Consejo debería haber arreglado durante las vacaciones, recién lo empezó a hacer esta semana. Entonces todos esos nenes, en vez de iniciar el ciclo lectivo ayer lo harán el próximo lunes, si se terminan las obras. En el jardín 901 tendría que haber arrancado la salita de dos años y no se pudo porque no se realizaron las refacciones necesarias para cuidar a niños de esa edad”, indicó.
En relación con el tema mobiliario manifestó que “si no se traen sillas y mesas en varias secundarias básicas los chicos se van a quedar parados el próximo lunes”.
Finalmente, al ser interrogada sobre las respuestas recibidas por parte de las autoridades ante estos inconvenientes, Barromeres explicó: “La única justificación es que no tienen plata y que las escuelas se arreglen con las cooperadoras. La realidad es que no le corresponde a la cooperadora encargarse de los arreglos grandes de la escuela. Además, conociendo la realidad del distrito son muy pocas las cooperadoras que pueden asumir estos gastos, la mayoría de los papás no están en condiciones de mantenerla”.
“Como los pagos a los proveedores están atrasados, están informando a las escuelas que va a bajar aún más la calidad de los alimentos y que no van a mandar más carne ni pollo, cuando en realidad sólo la mandaron tres veces el año pasado y las milanesas de carne en verdad eran de soja, que son incomibles. Además, no se recibieron, ni ayer ni hoy, leche, azúcar, yerba, por lo tanto los chicos están comiendo “libritos” y alfajores, pero no están tomando nada, entonces los docentes están haciendo una colecta y comprando para hacer mate cocido”, explicó Barromeres.
Asimismo, la representante sindical indicó que existen problemas edilicios y de mobiliario que entorpecen el funcionamiento normal de las instituciones educativas, debido a que el Consejo Escolar no realizó las refracciones necesarias durante las vacaciones de verano.
“Por suerte no tenemos esas lluvias torrenciales como las de febrero, sino muchas de las escuelas estarían inundadas por las filtraciones que hay. Por ejemplo, dos salas del jardín 907 no pudieron comenzar porque lo que el Consejo debería haber arreglado durante las vacaciones, recién lo empezó a hacer esta semana. Entonces todos esos nenes, en vez de iniciar el ciclo lectivo ayer lo harán el próximo lunes, si se terminan las obras. En el jardín 901 tendría que haber arrancado la salita de dos años y no se pudo porque no se realizaron las refacciones necesarias para cuidar a niños de esa edad”, indicó.
En relación con el tema mobiliario manifestó que “si no se traen sillas y mesas en varias secundarias básicas los chicos se van a quedar parados el próximo lunes”.
Finalmente, al ser interrogada sobre las respuestas recibidas por parte de las autoridades ante estos inconvenientes, Barromeres explicó: “La única justificación es que no tienen plata y que las escuelas se arreglen con las cooperadoras. La realidad es que no le corresponde a la cooperadora encargarse de los arreglos grandes de la escuela. Además, conociendo la realidad del distrito son muy pocas las cooperadoras que pueden asumir estos gastos, la mayoría de los papás no están en condiciones de mantenerla”.
