Jonathan, el chico de 19 años que fue agredido por un patovica a la salida de un boliche de Temperley, fue dado de alta y regresó a su casa, aunque deberá someterse a controles periódicos, según dijo a Clarín.com un familiar de la víctima. El joven supuestamente iba a quedarse internado hasta el lunes en observación, pero finalmente le permitieron regresar a su vivienda, donde deberá hacer reposo absoluto por un par de días.
En la víspera del último feriado «Los de Fuego» iban a llevar todo su repertorio de cumbia santafesina al boliche Nexo, en Eva Perón al 3300, en Temperley. Jonathan Veira Olivares se empilchó para la ocasión y se reunió con sus amigos del barrio para entrar juntos a la disco. Pero este vecino de Lanús no llegó a escuchar el último tema. A las 4, cuando quiso proteger a sus amigas de una pelea dentro de la disco, dice que un patovica lo golpeó con una manopla de acero y lo desmayó.
Un grupo de amigos y la gente del barrio reaccionaron y ayer por la noche pintaron, apedrearon y prendieron fuego el frente del edificio, donde se llevaba a cabo el recital, para pedir justicia por la agresión. «El tipo me agarró del cuello por atrás, su puso una manopla y me pegó en la frente. Nunca viví una situación tan violenta. Después me desmayé y el mismo patovica me sacó del boliche. Su cara me quedó grabada, así que puedo reconocerlo», aseguró Jonathan.
El chico sufrió «hundimiento de cráneo a nivel frontal», según Francisco Grosso, director del hospital Oñativia, de Rafael Calzada, donde fue asistido. Lo que siguió, define Yolanda, la mamá de Jonathan, fue una pesadilla. «Lo tiraron en la vereda del boliche y las amigas tuvieron que llamar a la ambulancia. Mi hijo no respondía cuando le hablaban y la ambulancia no llegaba. Así que lo subieron a una moto entre dos y lo trajeron al Oñativia», contó a Clarín.
Pero el mal sueño siguió. La mujer quiso radicar la denuncia en la comisaría 6ta de San José de Temperley y según aseguró «no quisieron tomársela». En la comisaría dijeron que «la denuncia está radicada y que fueron las amigas del chico quienes la hicieron». Hasta ayer el interrogante estaba puesto en el personal de seguridad de la disco.
Trascendió que la Fiscalía correccional 18 de Lomas de Zamora, que lleva adelante el caso, sostiene una versión diferente a la de Olivares. La otra línea de investigación apunta a que hubo una pelea entre dos grupos de chicos y que por eso Jonathan salió herido. Guillermo Britos, jefe de la Departamental Lanús, señaló que «la Fiscalía no ordenó detener a nadie del grupo que integra la seguridad de local bailable».
El gerenciador de Nexo –que no fue clausurado– no se hizo presente y tampoco se contactó con la familia del joven. Daniela Rodríguez es prima de Jonathan y compartió con él la noche del martes. Con énfasis, desmiente la versión de la fiscalía: «Somos muchos los que vimos cómo levantaban a Jony entre dos patovicas y uno le pegaba con la manopla. El sólo quiso protegernos y en ningún momento se metió en la otra pelea», explicó.
En la víspera del último feriado «Los de Fuego» iban a llevar todo su repertorio de cumbia santafesina al boliche Nexo, en Eva Perón al 3300, en Temperley. Jonathan Veira Olivares se empilchó para la ocasión y se reunió con sus amigos del barrio para entrar juntos a la disco. Pero este vecino de Lanús no llegó a escuchar el último tema. A las 4, cuando quiso proteger a sus amigas de una pelea dentro de la disco, dice que un patovica lo golpeó con una manopla de acero y lo desmayó.
Un grupo de amigos y la gente del barrio reaccionaron y ayer por la noche pintaron, apedrearon y prendieron fuego el frente del edificio, donde se llevaba a cabo el recital, para pedir justicia por la agresión. «El tipo me agarró del cuello por atrás, su puso una manopla y me pegó en la frente. Nunca viví una situación tan violenta. Después me desmayé y el mismo patovica me sacó del boliche. Su cara me quedó grabada, así que puedo reconocerlo», aseguró Jonathan.
El chico sufrió «hundimiento de cráneo a nivel frontal», según Francisco Grosso, director del hospital Oñativia, de Rafael Calzada, donde fue asistido. Lo que siguió, define Yolanda, la mamá de Jonathan, fue una pesadilla. «Lo tiraron en la vereda del boliche y las amigas tuvieron que llamar a la ambulancia. Mi hijo no respondía cuando le hablaban y la ambulancia no llegaba. Así que lo subieron a una moto entre dos y lo trajeron al Oñativia», contó a Clarín.
Pero el mal sueño siguió. La mujer quiso radicar la denuncia en la comisaría 6ta de San José de Temperley y según aseguró «no quisieron tomársela». En la comisaría dijeron que «la denuncia está radicada y que fueron las amigas del chico quienes la hicieron». Hasta ayer el interrogante estaba puesto en el personal de seguridad de la disco.
Trascendió que la Fiscalía correccional 18 de Lomas de Zamora, que lleva adelante el caso, sostiene una versión diferente a la de Olivares. La otra línea de investigación apunta a que hubo una pelea entre dos grupos de chicos y que por eso Jonathan salió herido. Guillermo Britos, jefe de la Departamental Lanús, señaló que «la Fiscalía no ordenó detener a nadie del grupo que integra la seguridad de local bailable».
El gerenciador de Nexo –que no fue clausurado– no se hizo presente y tampoco se contactó con la familia del joven. Daniela Rodríguez es prima de Jonathan y compartió con él la noche del martes. Con énfasis, desmiente la versión de la fiscalía: «Somos muchos los que vimos cómo levantaban a Jony entre dos patovicas y uno le pegaba con la manopla. El sólo quiso protegernos y en ningún momento se metió en la otra pelea», explicó.