El sector de enfermería es uno de los más críticos porque los salarios «no se rigen por el sistema profesional», ello hace que los sueldos «sean muy bajos» y que haya trabajadoras que decidan «emigrar hacia otras instituciones que depende de Nación o clínicas privadas», explicó Carlos Maurtua, titular de la Cicop en ese hospital, a la agencia AUNO.
Si bien existe una carrera de Licenciatura en Enfermería, una parte de quienes desempeñan esa labor de ese centro asistencial se formaron «de oficio», es decir que no tienen título sino una formación básica y eminentemente práctica.
Sin embargo, una vez consolidadas –aunque no profesionalizadas— en esa labor, «se ven obligadas a partir en busca de mejores remuneraciones, dejan lugares (vacantes) que no son remplazados» y así las tareas «se duplican» para las que quedan porque hay menos personal para la atención, expresó Maurtua.
Otro de los problemas del Evita es la falta de anestesistas, uno de los sectores profesionales que más reclamos y medidas de fuerza hacen en demanda de mejores sueldos.
Por otra parte, son muchos de los médicos esperan ser nombrados porque trabajan como tales desde 2006, pero el Ministerio de Salud bonaerense «aún no cumplió con el reclamo» de efectivización que el gremio hace desde hace tiempo, lamentó Maurtua.
Quienes ya terminaron su residencia, continúan becados y con un sueldo que es la mitad de lo que percibe quien está en planta permanente: «Son contrataciones irregulares, es trabajo indigno y precario», calificó el gremialista. Se trata de un problema que no sólo recae en los médicos, sino que también en psiquiatras, psicólogos, bioquímicos y trabajadores sociales. Esta agencia intentó cotejar éste y otros datos con la dirección del hospital, pero no fue atendida por sus autoridades.
UNA SITUACIÓN SIMILAR EN EL VECINAL
En el hospital vecinal Narciso López, de Lanús, la situación no varía mucho: profesionales médicos de esa institución reclaman que «hay problemas» con el nombramiento de médicos, además de «escasez» de enfermeros y «faltante» de insumos para la atención a pacientes.
La institución sanitaria tiene muchos profesionales que «aún no están nombrados», es decir efectivizados, según explicó el director de admisiones del hospital, Jorge Fernández, que detalló que, mediante un reclamo gremial, hay 10 o 15 becarios (planta transitoria) que «están en trámite» para ser contratados como profesionales».
Lo que más necesita el hospital, destacó López, es «personal de enfermería» dado que los que desarrollan esa actividad prefieren trabajar en el sector privado o en hospitales que dependen de Nación porque «los salarios son mejores» que en la provincia.
Por su parte, Juan Carlos Celay, médico de ese centro asistencial, aseguró que «hay precarización de personal», ya que muchos médicos están con una beca u otras formas de trabajo no efectivo. Y, en otro plano, agregó que «existen demoras» en los turnos quirúrgicos debido a problemas con los anestesiólogos.
A pesar de estas demandas, en el hospital se están realizando obras de refacción en algunas áreas, que impiden momentáneamente tener las 180 camas para internaciones disponibles. «Estamos más o menos con 20 camas menos de lo que deberíamos tener», aseveró Fernández.
Según graficó Celay, las obras no sólo incluyen la refacción edilicia sino que además se van a disminuir la cantidad de camas por habitación a partir de la construcción de nuevas salas como así también se harán nuevas aulas para el área educativa.