Encabezados por Julio Pereyra, unos cincuenta intendentes de la Federación Argentina de Municipios (FAM) acordaron con Cristina Fernández una serie de medidas que faciliten la transferencia directa de dinero desde la Nación a las comunas y mecanismos para aumentar la recaudación. Se habló del IVA y de un tema picante en la tropa de intendentes bonaerenses: el costo de la basura. Hubo intendentes del PJ, radicales y vecinalistas. “¡Nos llevamos una sensación espectacular!”, decía anoche uno de los más exultantes. Hubo también alguno que no fue.
La reunión duró una hora. Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Darío Díaz Pérez (Lanús) salieron satisfechos. “Escucharon los pedidos, nos fuimos contentos, nos sentimos muy bien primero porque se nos escuchó y podemos empezar a trabajar con las respuestas.” Díaz Pérez se entusiasmó. “Nos llevamos una sensación espectacular –le dijo a Página/12–, que la Presidenta entiende la delicada problemática del municipalismo, percibe las angustias y lo transmitió con hechos concretos como pensando en las financiaciones, las cosas para hacer. Los propios amigos radicales e independientes se fueron todos con una sensación similar.”
En el peronismo se dice que los intendentes bonaerenses pasan por un buen momento, mantienen buena imagen territorial, y con las perspectivas de las próximas internas abiertas se encuentran en su mayoría alineados al kirchnerismo pero con muñeca para negociar.
En la Rosada, la presidenta los escuchó, comprometió respuestas, pero aclaró: “Hay voluntad de hacer con hechos lo que están pidiendo, pero acá, muchachos –dijo palabras más palabras menos– tenemos que ganar todos, hay que entender que deben confluir los intereses de los municipios y los del Estado nacional”, según informó el matutino.
De la reunión participó la comisión directiva de la FAM y algunos referentes de los distritos más importantes invitados personalmente por el intendente Pereyra. Estuvieron Descalzo, Juan José Mussi (Berazategui), Fernando Espinoza (La Matanza), Daniel Di Sabatino (San Vicente), y como invitados se sumaron Díaz Pérez y Francisco “Barba” Gutiérrez (Quilmes), que habían estado en la reunión de la semana pasada con Kirchner.
Cristina Fernández los esperaba acompañada por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y por los encargados de las áreas a donde iban destinadas las demandas. El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, además de representantes de Salud, Educación y Comunicación. Los jefes territoriales también llegaban preparados. Los cinco puntos eran demandas que venían levantando cierta presión en los distritos y habían sido discutidas acaloradamente con ministros bonaerenses y de Nación en varias de las reuniones de sección electoral que empezaron a hacer periódicamente.
Uno de los reclamos de fondo es para atender la atención primaria de salud, hospitalitos y unidades sanitarias que están a cargo de las arcas comunales. En la reunión ellos pidieron, y Cristina redobló la apuesta proponiendo un seguro nacional de salud para los sectores más vulnerables, que se pueda incluir cobertura odontológica. “No sólo es llegar a más gente –dijo Díaz Pérez–, sino que al municipio llegue financiamiento para lo que estamos gastando. Los centros sanitarios evitan que la gente llegue al hospital que además es mucho más caro, pero sostener eso a mí me sale un fangote de plata.”
Otro pedido intenta un nuevo compromiso del Estado nacional para obligar a las empresas de servicios, sobre todo las privadas, a pagar un canon por el uso del espacio aéreo y público. Una ley que vetó Fernando de la Rúa y obligaría, entre otras, a las proveedoras de cables a abonar. Otro pedido es sobre el leasing para los municipios. Los intendentes quieren que se les permita acceder a créditos para comprar maquinarias, pero además que se los exima de las tasas draconianas que algunos aseguran que les imponen los bancos provinciales. El último punto es a lo mejor políticamente el más importante: pidieron convertirse en agentes de retención del IVA, motivo por el cual estaba Echegaray. Ellos ofrecen crear estructuras para recaudar en sus distritos y piden un porcentaje de la recaudación como pago, una comisión que puede rondar según sus cálculos entre 5 y 7 por ciento. Entres líneas, en esa pelea enfrentan a Hugo Moyano. El líder de la CGT controla las concesiones de basura en buena parte de las comunas, desde donde se lleva una parte importante –entre 18 y 22 por ciento– del presupuesto. Hace años los intendentes vienen negociando con la Nación distintas opciones. Una es la posibilidad de dejar de pagar el IVA, y a lo mejor esta nueva chance les da la forma de descontárselos a camioneros.