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Unión-Pro: la historia de una ruptura anunciada

Durante los últimos días la interna en el seno del bloque de unión-pro se precipitó y terminó con la disolución de ese bloque legislativo.  La ruptura y los cruces de declaraciones han transparentado una fragilidad que se puede rastrear desde la conformación de la lista a concejales, que sólo contó con nueve candidatos para los 12 cargos. Esa situación se generó por la retirada de dirigentes afines al manolismo como José Luís Bianchi.
Arrastrado por los votos de Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires, la lista “incompleta” de Unión-Pro salió segunda a pocos votos de la ganadora, en un recuento sospechado hasta por sectores de ese mismo frente electoral. El bloque que se configuraba como el principal espacio no oficialista del Concejo Deliberante con seis ediles, no tardó en mostrar sus diferencias: en la sesión preparatoria para el reparto de cargos y comisiones, los tres concejales de Unión Celeste y Blanco se diferenciaron de sus compañeros y propusieron el esquema que finalmente fuera aprobado. Alfredo Giorno, edil del Frente para la Victoria, consideró que la propuesta de Cristian Bosio era “magnánima”. Desde aquella oportunidad, los representantes del Pro comenzaron a señalar a Bosio, Di Masi y Sosa como afines gobierno municipal.
La tensión en la relación fue en constante aumento. Las votaciones dentro del deliberativo siempre encontraban un bloque dividido. Así, durante la sesión por el aumento de tasas, los concejales de Unión votaron nuevamente con el oficialismo, posibilitando la aprobación del incremento por un ajustado margen. “En una familia a veces se piensa distinto y sin embargo se convive” decía Bosio al finalizar la deliberación. Días más tarde y con la presencia de Mauricio Macri en Lanús, Néstor Grindetti decía: “Nuestros concejales no votan con el oficialismo”, fustigando a los concejales denarvaistas.
La escena se repitió en la sesión por la rendición de cuentas y era un secreto a voces que poco era lo que unía al bloque. Fueron las declaraciones de Néstor Grindetti a APLanús las que le dieron el “golpe de gracia” al bloque. Hace poco más de dos semanas, el ministro de hacienda porteño sostuvo que Francisco de Narváez había ungido a José Luís Bianchi y “Chirola” Díaz como sus referentes en Lanús. Esos dos dirigentes manolistas estaban entre aquellos que se habían retirado del frente electoral pocos meses antes. Esto llevó a la respuesta de los concejales de Unión Celeste y Blanca, que decidieron terminar con el bloque legislativo, al tiempo que se reivindican como los verdaderos representantes del Francisco de Narváez.

El presente que encuentra separados a estos sectores tiene un futuro incierto. Desde el Pro declaran a diario que mantienen excelentes relaciones con Unión Celeste y Blanca, y por eso será definitorio el cierre de acuerdos a nivel nacional y provincial. El juego que se establece en el espacio opositor entre Duhalde, Macri y De Narváez afectará el posicionamiento de los actores locales de forma crucial de cara a las próximas (y lejanas) elecciones.

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