Según informó el portal Info Región, a más de una semana de su desaparición, la familia de Erika Soriano, ya no sabe qué más hacer. El viernes fue la última marcha que hicieron y en la que participaron cientos vecinos de Lanús, en un intento por saber algo de ella, que tiene 30 años y que está embarazada de dos meses, y que hace nueve días salió de su casa para llegar hasta Villa Adelina, donde vive su madre, aunque algo pasó en el camino, y jamás llegó.
“Lamentablemente no descartamos nada, porque todo pasó de una manera muy extraña”, aseguró su mamá, María Esther, en diálogo con Info Región.
Lo cierto, es que después de la búsqueda en hospitales, y de los allanamientos que realizó la policía en la casa donde la chica vivía con su pareja, lo ultimo que se hizo en pos de dar con ella son una serie de rastrillajes en un campo de Saladillo, perteneciente a la familia de su novio, aunque esto tampoco arrojó ninguna novedad sobre Erika.
“De todos modos fue positivo, porque vamos descartando cosas. Ahora nos vamos enfocando en posibilidades como que esté internada en algún lugar como NN, ya que no tenía documentos encima. O capaz tuvo algún accidente. La Policía nos dijo que es muy difícil, pero todo puede pasar”, agregó su madre.
Y como desde un principio, todas las miradas de la familia de la chica siguen puestas en su pareja, a quien tildaron de “posesivo y celoso” y de quien desconfían porque aseguran que “siquiera colabora en la búsqueda”.
“Con él no hablamos nada, ni se mueve, está como petrificado. Nada más se va de la casa cuando lo llaman a declarar”, señaló la mujer, que no coincidió con los vecinos del hombre, que aseguraron que se lo vio pegando carteles con la cara de la chica por el barrio.
“¿Si sospechamos de él?, Sí. Es una persona inestable emocionalmente, muy posesiva y muy celosa. Se lo nota manso pero todo puede ser; no estoy diciendo que no es, ni tampoco que es. Pero es la última persona que vio a Erika, además las versiones las tengo desde su voz, no se puede saber si son verdad o no”, insistió María Esther.
“También es raro que mi hija haya salido sin documentos, sin la cartera y sin la cartilla médica, estando embarazada”, concluyó.
En tanto, desde la DDI de Lomas de Zamora, el comisario Fabián Tosso confirmó a este medio que se realizaron operativos en Saladillo.
“Lo que se hizo fue buscarla con perros preparados en distintos días. El viernes se hizo una búsqueda de persona y el sábado de cadáver”, explicó.
“Ahora seguiremos con lo mismo, buscando, rastrillando los 911, pero no hay rastros de ella. Tenemos previstos otros operativos por todo lo que es la zona del Riachuelo, la zona de Lanús, en las calles poco transitadas. Es como buscar una aguja en un pajar”, aseguró Tosso.
Érika Soriano desapareció el sábado 21 cerca del mediodía cuando, después de tener una pelea con su pareja, emprendió el viaje a Villa Adelina para visitar a su familia, incluida su hija, de 12 años, Florencia, pero nunca llegó, y su entorno sólo pide que termine el misterio, y la angustia.
La madre de Erika Soriano, la mujer de 30 años y embarazada de dos meses que desapareció hace una semana en Lanús, afirmó que “no descarta ninguna hipótesis” sobre el paradero de su hija y aseguró que no encuentran consuelo ante la incertidumbre de no saber dónde está. “Vamos a seguir buscando por todos lados, no perdemos las esperanzas. Pero todo esto es muy raro”, argumentó María Ester Soriano. Desde la DDI de Lomas de Zamora explicaron que pese a los allanamientos, los rastrillajes y la búsqueda en hospitales, “aún no hay rastros” de la chica.