Vecinos y familiares de Erika Soriano se manifestaron ayer por la noche en la Plaza Belgrano para pedir su pronta aparición. Tras 17 días sin noticias de Erika, el pedido de “justicia” para la joven de 30 años embarazada de dos meses y medio, se realizó a la par de una marcha realizada en Villa Adelina, lugar donde se dirigía al momento de su desaparición.
Aquel sábado Erika, de 30 años y madre de una nena de 12, se fue de su casa de Lanús donde estaba conviviendo con su pareja Daniel Lagostena para ir al almorzar a lo de su mamá, en Villa Adelina. Desde entonces, nunca más fue vista ni hubo noticias de ella.
“La idea fue realizar una marcha simultanea para no olvidarla y poder encontrarla. Para nosotros se ausentó contra su propia voluntad”, sostuvo Marcela, amiga intima de la mamá de Erika, quién reafirmó las sospechas que se tejen desde el ámbito familiar sobre la Daniel Lagostena, última pareja de la desaparecida. “La actitud de Daniel no se comprende: cuando a uno le pasan cosas como estas, se hace presente y se suma a la busqueda, no se va dejando una carta”.
El último que la vio a Erica fue su pareja Daniel, quien el domingo desapareció tras dejarle una carta a su papá en la que dice que él no quiere ser un chivo expiatorio. Tampoco se sabe nada de su paradero.
Son muchas las hipótesis que se manejan desde entonces, pero la que más resuena es la que indica que su pareja, Daniel Lagostena, de 50 años, habría mantenido una pelea con la mujer antes de que ella abandonara la casa que compartían desde abril.
Daniel y Erika estaban de novios desde noviembre del año pasado y se fueron a vivir juntos en abril. “Casi no lo conocíamos, creo que ni Erika lo conocía bien”, explicó Verónica, la hermana de la joven desaparecida, quien definió a Lagostena como “muy celoso y posesivo”.
Tras la desaparición de Lagostera, la Policía bonaerense allanó la casa de Lanús en la que convivían. Según trascendió, en la vivienda se encontró una carta escrita a mano en la que dice estar cansado de las “injurias” recibidas por parte de la familia de su novia y que no quiere “ser el chivo expiatorio de esta situación”.
El documento fue sometido a pericias para determinar si efectivamente fue escrito por Lagostena. Además, en la vivienda se realizaron excavaciones y se habría encontrado un formulario 08 firmando (documento de venta de un auto) de un Peugeot 307.
El 1 de septiembre se hizo un operativo en el que buscaron a Erika en el cauce del Riachuelo, pero el resultado fue negativo.
Mientras tanto, también se hizo un allanamiento en una cochería de Lanús, cuyo local pertenece al padre de Lagostera, donde se secuestró toda la documentación desde la desaparición de Erika hasta el día de la fecha.
