El pasado 21 de agosto, Érica Soriano desapareció cuando salió de su casa, en la localidad bonaerense de Lanús, con destino a Villa Adelina, donde vive su hija de 12 años fruto de una relación anterior. Pero nunca llegó.
Ayer se cumplió un mes de su desaparición y Daniel Lagostena, novio de Érica, rompió el silencio y contestó a las acusaciones lanzadas por la familia de la joven que lo señalan como el principal responsable de su desaparición.
Por otra parte, las investigaciones policiales lograron dar con el celular de Lagostena , que se encontraba escondido en el techo de un kiosco de diarios y revistas en Lanús. Sin embargo, horas más tarde, el propio Lagostena aclaró en diálogo con C5N que él mismo indicó al fiscal «dónde estaba el celular».
El dispositivo será sometido en los próximos días a un peritaje con un mecanismo que aportará la SIDE para intentar recuperar los mensajes de texto borrados.
«Mi casa siempre tuvo la puerta abierta para los investigadores «, señaló Lagostena en declaraciones a Todo Noticias, en referencia a las versiones de la familia Soriano, que lo acusan de no colaborar con las investigaciones ni las marchas.
A su vez, la pareja de la embarazada atacó: » La información dada por la familia de Érica dista mucho de la realidad». Pese a ello, reconoció que oficiales de la Policía le explicaron que las estadísticas lo colocaban «como alguien que debía ser investigado».
A pesar de las acusaciones de los Soriano, Daniel Lagostena sólo figura en la causa en calidad de testigo. Sin embargo, se le negó ingresar en el expediente como damnificado, ya que se trata aún de alguien que está siendo investigado.
Por otra parte, en el día de ayer la hija de 12 años que Érica Soriano tuvo con otro hombre declaró en Cámara Gesell. En su declaración, la menor se mostró bloqueada y rompió en llanto. Según fuentes de la investigación, la niña daría la impresión que quiere contar algo, aunque no pudo hacerlo por sufrir un «bloqueo emocional».
En los próximos días se realizará la reconstrucción de la pelea que, según declaró Lagostena, mantuvieron él y Érica el 21 de agosto, día de la desaparición de la embarazada.
Por otra parte, un nuevo elemento se suma a la investigación, ya que la Justicia determinó que la sangre hallada en la casa de su pareja, Daniel Lagostena, es humana, por lo que podría ser de ella.
Según adelantó C5N, la sangre hallada por la Policía científica en el dormitorio, la cama y el living del novio de la mujer será sometida a exámenes de ADN para saber si pertenece a Soriano.
Las manchas fueron encontradas en el hogar gracias a la utilización del reactivo «Luminol». Además, se hallaron rastros en el Peugeot 207 que Lagostena cedió a su padre poco después de la desaparición de su novia.