La Justicia realizó el sábado un allanamiento en la casa de Lanús donde vivía Erica Soriano, la joven embarazada que se encuentra desaparecida desde agosto.
El abogado de la familia Soriano, Ariel Ursino, explicó que para cumplir la medida se utiliza un georadar, el cual permite determinar si hubo movimientos de tierra cuatro metros hacia abajo y, en ese caso, realizar una excavación.
«El procedimiento fue ordenado por el fiscal (de Lomas de Zamora Gerardo Loureiro) en una hipótesis donde «claramente se busca a Erica sin vida», explicó Ursino al programa «Inocentes y Culpables» de radio Mitre.
El abogado se mostró molesto por la decisión judicial de notificar con una semana de anticipación a Daniel Lagostena, la pareja de Erica, sobre la decisión de hacer este procedimiento.
«Es más, Lagostena está presente en el operativo», se quejó el letrado respecto de la presencia de la pareja de Erica, quien no está imputado en la causa, pero para la familia es el principal sospechoso de la desaparición.
Por otra parte, Ursino adelantó que «el lunes, probablemente, se exhumen ocho cuerpos del cementerio de Lanús», en un intento por determinar si Erica fue asesinada y enterrada con otra identidad o como NN. Esos cuerpos fueron velados entre el 21 y el 23 de agosto en la casa velatoria La Paz, perteneciente al padre de Lagostena, según informó la agencia Télam.
Erica Soriano, embarazada de dos meses, desapareció el 21 de agosto después de una discusión con Lagostena en la casa que ambos compartían en Coronel Santiago al 1200 de Lanús. La chica tenía previsto ir a visitar a su madre a la localidad de Villa Adelina, en el norte del conurbano, pero nunca llegó. Para dar con su paradero se realizaron varias marchas y se difundió su foto en todo el país. En tanto, el cuerpo ya fue buscado en el campo de 22 hectáreas que el padre de Lagostena posee en la ciudad de Saladillo y que Erica y su pareja solían visitar, pero los resultados fueron negativos.