La frustrada interpelación al secretario de Gestión Ambiental, Ricardo Jilek, despertó suspicacias y generó acusaciones dentro del arco opositor del Concejo Deliberante. El voto negativo de los ediles de la Coalición Cívica, Mariano Amore y Pedro Gómez, fue determinante para evitar que el funcionario tuviera que comparecer ante el deliberativo. En dialogo con APLanús, Amore defendió su voto y sostuvo que las acusaciones responden a «chicanas» de la política.
«Nueve concejales firmaron un expediente denunciando irregularidades graves, pero no hay presentada una sola prueba. La interpelación es una discusión política y acá lo que se discute es la legalidad de un acto de gobierno. Una interpelación tiene un impacto público y mediático y un costo político, pero no resuelve la situación. Nosotros queremos la verdad», sostuvo el concejal de la Colición Cívica.
«Acá se cuestiona si la licitación completa de la limpieza de las calles de Lanús está viciada o no de nulidad. La posibilidad de que un contrato con una cifra tan grande como este amerita que el gobierno de una respuesta oficial. El concejal Omar López exhibió en la última sesión una hoja donde presuntamente el tribunal de cuentas advertía en el mes de Agosto al intendente Díaz Pérez sobre esta irregularidad. Ese papel no tenia sellados ni referencias de que fuese una documentación enviada por dicho organismo al municipio, pero como creemos que López no tiene motivos para inventarlo hemos logrado que el concejo sancione un decreto que obliga al oficialismo a presentar ante los concejales toda la documentación que le fue enviada por el Honorable Tribunal de Cuentas al ejecutivo entre julio y Octubre de este año para poder corroborar si esto es cierto y ver si hay más documentación al respecto» explicó.
Amore no descartó la posibilidad de concurrir a la justicia, pero sostuvo que primero debe llegar «la información para poder analizarla profundamente y decidir los pasos a seguir».