La investigación por la desaparición de Érica Soriano avanza y en las últimas horas hubo novedades. Es que en el marco de una serie de allanamientos realizados en propiedades de personas vinculadas a Daniel Lagostena, los pesquisas secuestraron una computadora para determinar si en ella hay algún dato sobre el paradero de la mujer de 30 años que desapareció el 21 de agosto. Además, declararon dos empleados del crematorio de Lanús.
Una vez más, la investigación se inclinó hacia la hipótesis de que Érica fue asesinada y enterrada o cremada, y las sospechas recaen sobre la pareja. Es por eso que se realizaron una serie de allanamientos y rastrillajes en propiedades vinculadas al hombre.
El abogado de la familia Soriano, Ariel Urssino, explicó que se realizaron allanamientos en la casa del padre de Lagostena, ubicada sobre la calle Sayos, y de la hermana, situada en Lagos, ambos domicilios en Lanús. Según recalcó, se realizaron en esas casas por “pistas y cruces de llamadas” que se realizaron en el marco de la investigación.
“Se hicieron ahí porque se sospecha que puede haber documentación en algunas computadoras personales de Brian (el sobrino de Lagostena) y del padre. Se secuestraron esas computadoras a los efectos de revisarlas y ver si dentro de las computadoras se encuentra archivos que nos ayude a encontrar a Erica”, mencionó el letrado. Cabe recordar que se trata del mismo sobrino con quien Lagostena mantuvo una conversación por mensajes de texto, que fue investigada por la Justicia.
Por su parte, el abogado del padre de Daniel Lagostena, Gustavo Dellamaggiore, manifestó al respecto: “Al secuestrar esta computadora y hacer estos allanamientos, buscan alguna conexión que es imposible”. “Hay un montón de hipótesis que no se están investigando y entiendo que el fiscal no tiene criterio, la hipótesis de Lagostena esta agotada, tiene que investigar otras hipótesis”, concluyó.
Además, volvieron a rastrillar el campo de Saladillo, que pertenece a la familia de Lagostena. “En el campo se hizo un allanamiento, son 22 hectáreas, había rastrojo de trigo porque sembraban eso, y fueron cuatro arqueólogos del Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, quienes estuvieron al mando del operativo y rastrillaron palmo a palmo un 90 por ciento del campo. Quedó una parte del campo sin rastrillar por la gran vegetación que había”, explicó el abogado de la familia Soriano a Info Región.
Y explicó que el procedimiento “se realizó por una cuestión técnica, porque una vez que hay una desaparición se hace un allanamiento y luego conviene hacerlo cuatro o cinco meses después ya que hay movimiento de suelo por las lluvias y demás”. “Entonces es más fácil encontrar el cuerpo se llega haber”, apuntó.
Otro avance que se registró ayer fue la declaración de dos empleados del crematorio de Lanús, que también está bajo la lupa luego de que se confirmara que ninguno de los cuerpos exhumados del cementerio pertenece a Érica. “Dijeron cómo es el procedimiento, qué requisitos se toman a la hora de cremar un cuerpo, qué tiene que haber uno de los familiares presente, y no mucho más. En principio, no aportaron nada relevante para la causa, pero dijeron como es el procedimiento y ahora habrá que investigar si verdaderamente es así o si están mintiendo”, evaluó Urssino.
