La decisión alcanza el río Matanza-Riachuelo y a los arroyos que en él confluyen, las márgenes de ese río y esos arroyos, y su Traza Costera Ambiental, denominado camino de sirga.
La medida «conlleva el desalojo inmediato de todas las obstrucciones que invaden la misma, la reorganización del tránsito vehicular en la zona» y la suspensión de la navegación. Armella dictó esa resolución en el marco de la denominada «causa Mendoza» por la cual la Corte Suprema de Justicia ordenó la limpieza de la cuenca Matanza Riachuelo y encomendó esa tarea a los gobiernos nacional, provincial y de la Ciudad de Buenos Aires.
El juez requirió al secretario de Medio Ambiente, Juan José Mussi, que, en su carácter de presidente de la de Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), «realice todas las acciones que resulten conducentes para darle curso normativo, efectivo y reglamentario a lo resuelto en la presente manda» y que disponga «en forma inmediata» la publicación de la resolución en el Boletín Oficial.
También se encomendó al prefecto Naval Oscar Adolfo Arce que instruya a los miembros de esa fuerza de seguridad para dar «inmediato y efectivo cumplimiento a la suspensión preventiva de la navegación fluvial comercial en el Río Matanza-Riachuelo».
Los ministerios de seguridad «de cada una de las jurisdicciones gubernamentales involucradas en la remediación ambiental» deberán establecer «la implementación de recorridas periódicas» sobre esa traza costera. En tanto, se facultó a las fuerzas de seguridad «a retirar a todo aquél que, en infracción a lo aquí ordenado, se encuentre invadiendo el área de protección apuntada». El magistrado advirtió que el incumplimiento de la medida por parte de la Autoridad de Cuenca «conllevará anexada una incuestionable negligencia que los hará pasibles de soportar con sus propios patrimonios el pago de una multa diaria por cada día de incumplimiento».