«Mi mamá todavía tiene esperanzas de encontrarla. Pero yo estoy viviendo un infierno, porque tengo la sensación de que es muy difícil encontrarla con vida», dijo esta mañana Verónica, la hermana de Erica, al referirse al caso.
De acuerdo con los familiares, el bebé que llevaba Erica en su vientre al momento de la desaparición debería haber nacido hace más de un mes, aunque no tienen ninguna pista al respecto.
«Teníamos la esperanza de que en el momento del nacimiento, Erica apareciera. Pero no hubo indicios. No hay pistas. No apareció ningún testigo ni nada que nos permita avanzar», afirmó la joven en declaraciones a un canal de TV.
Además, tanto ella como su otra hermana, Gisela, apuntaron contra Daniel Lagostena, la pareja de Erica, y reclamaron que sea llamado a prestar «declaración indagatoria» en el marco de la causa.
Verónica fundamentó ese pedido en que Lagostena «nunca la buscó y no la va a buscar tampoco», a pesar de que la entonces pareja de Erica aseguró que había viajado incluso a la provincia de Misiones en busca de una pista referida a una supuesta red de trata de personas. «Nunca nos llamó por teléfono ni se ha acercado a la familia. No se entiende cómo dejó sola a una mujer que estaba embarazada de él. Cómo no la buscó», expresó la hermana de Erica en referencia a Lagostena.
A su vez, el abogado de la familia de la joven, José Vera, dijo en declaraciones citadas por el diario Crónica que «sería utópico» que Lagostena sea llamado a declarar como testigo, porque para ellos «es responsable de la desaparición y de una posible muerte».
«Daniel debería explicar por qué se mantiene en una nebulosa y actúa de manera ficticia ante los relatos que lo señalan como responsable», indicó el abogado.
Los familiares de Erica Soriano, la joven de 30 años que desapareció misteriosamente en agosto del año pasado, cuando estaba embarazada de dos meses, aseguraron hoy que siguen desesperados por la falta de pistas acerca de su paradero y se mostraron pesimistas acerca de la resolución del caso.