El juicio a un ex suboficial de la Policía Federal acusado de haber matado a balazos a un joven hace nueve años en la localidad bonaerense de Remedios de Escalada, finalizará mañana con el veredicto del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Lomas de Zamora.
El tribunal, presidido por Guillermo Rolón e integrado por Fernando Bueno y Roberto Lanza, deberá decidir a partir de las 10.00 si el ex cabo Martín Venturini (41) mató a Enrique Redondo Martínez (19) por «legítima defensa» o si en realidad se trató de un «homicidio simple».
El fiscal del juicio, Jorge Michelini, pidió en su alegato la absolución del acusado ya que consideró que mató al joven porque había intentado robarle, mientras que el abogado del damnificado, Miguel Iluchko, pidió 12 años de prisión. El letrado de la familia aseguró que se trató de un homicidio simple, ya que nunca fueron halladas las huellas digitales de la víctima en el revólver calibre .32 secuestrado en el lugar del hecho. Además, Iluchko aseguró que esa arma nunca fue disparada y que no cree que Venturini haya actuado en legítima defensa porque disparó tres balazos, dos de los cuales fueron los que ocasionaron la muerte del joven.
La pena de 12 años pedida por el letrado se basó en la acusación del fiscal de instrucción, quien el año pasado solicitó la elevación a juicio oral de la causa por el crimen ocurrido el 9 de octubre de 2002.
En tanto, el abogado defensor, Diego Pelegrini, coincidió con el la fiscalía y pidió la absolución de Venturini. En el juicio, la defensa se fundó en que el ex policía mató al joven porque lo asaltó armado con un revólver, pero allegados a la víctima aseguraron que ambos se conocían con anterioridad y que incluso jugaban a las cartas. La hipótesis de la familia del fallecido fue confirmada por varios testigos convocados por la representación legal del particular damnificado, quienes aseguraron que víctima y victimario se conocían desde años antes del hecho.
La querella intentó probar que no tenía sentido que Redondo Martínez asaltara a cara descubierta a Venturini porque ambos jugaban a las cartas semanalmente en la Sociedad de Fomento del barrio y podía reconocerlo para denunciarlo. Sin embargo, la versión del abogado defensor fue ratificada por el dueño de un taller metalúrgico y un empleado del mismo, en el cual también trabajó el acusado.
El testigo Omar López, dueño de una zinguería de Remedios de Escalada, aseguró que un ex empleado suyo, identificado como Ezequiel, le contó que trasladó en un Renault 12 negro a Redondo Martínez y a otro joven en busca de Venturini. Según el hombre, Ezequiel dijo que el acompañante le entregó un arma de fuego a Redondo Martínez, quien se bajó solo en las calles Pastor Ferreyra y Manuel Castro y que luego de escuchar los disparos se fueron del lugar.
La hipótesis fue reforzada por Fernando Huertas, quien declaró que Ezequiel le dijo que manejaba un Renault 12 negro hacia el bingo de Lanús y se cruzó con Redondo Martínez y otro hombre apodado «El negro», quienes subieron a su auto debido a que eran conocidos del barrio.
No obstante, Ezequiel Goyeche declaró que, si bien manejaba un Renault 12 negro, sólo lo usó esa noche con el fin de trasladar a Redondo Martínez hacia un kiosco para comprar cigarrillos.
Redondo Martínez jugó como arquero en los clubes Racing, El Porvenir y Victoriano Arenas y un día antes del crimen había sido fichado por Sportivo Dock Sud.