su respaldo formal al reclamo de los estudiantes chilenos para que la educación
superior sea gratuita. En ese sentido, el organismo argumentó que la gratuidad es
fundamental para garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades de todos
los habitantes, sin distinción social o económica alguna.
los aranceles de las universidades y promovió la consolidación de un modelo de
educación superior nacional y popular, caracterizado por la integración, la
igualdad e inclusividad. Por eso, consideramos que nuestro hermano país merece
una política similar», argumentaron los consejeros.