«Los dirigentes no podemos hacer nada con los barrabravas. Nosotros en Lanús no los hacemos socios y por lo tanto su presencia se circunscribe a los partidos. Pero después en nuestro club están tan instalados como en cualquier otro», dijo Russo en una entrevista con el programa radial Deportivo Télam.
«Lo que pasa es que los barras andan por los clubes, cuando las cosas van bien aplauden y palmean a todo el mundo, pero en cuanto empieza la mala vienen los problemas, tal como pasó en San Lorenzo y pasa en tantas otras instituciones», describió.
Russo opinó que este tema «solamente puede resolverse si se ataca desde la raíz, pero por quienes tienen la autoridad como para hacerlo. Nosotros estamos indefensos».
«Y en esto no se trata de diferenciar entre clubes institucionalmente ordenados o clubes a los que no les va bien en esos aspectos. Los barras están en todas partes», insistió.
«Y el caso de (Jonathan) Bottinelli trascendió porque se trata de un club grande, pero eso pasa todos los días en otras instituciones, sobre todo del ascenso, y nadie se entera», advirtió.
Russo reveló un detalle que afecta a su administración al contar que cada vez «que asume un nuevo responsable en la comisaría de Lanús» se reúne inmediatamente con él «para programar todos los operativos que ya van a tener que organizarse a partir del domingo siguiente».
«Pero esto sucede esencialmente porque esos comisarios son quienes están tanto o más interesados que nosotros en reunirse, ya que saben que con el fútbol están más expuestos que con cualquier otra cosa», apuntó.
«Y para poner un ejemplo exagerado pero concreto hay que remitirse a lo cotidiano. Si por ahí hay un episodio con cuatro muertos en la estación de Lanús, quizás no pase nada, pero si hay un herido en la cancha, a ese comisario le cuesta el puesto, porque al otro día está en la tapa de todos los diarios», argumentó.
Justamente el próximo domingo a las 16 el «granate» visitará a Banfield y enfrente estará un ex Lanús como Ezequiel Carboni, hincha del «Taladro» pero surgido en Guidi y Arias.
«Los hinchas de Lanús le reconocen su paso por el club. Cuando él volvió del Catania, de Italia, su prioridad era volver a nuestra institución, pero yo le dije que estaba volviendo Matías Fritzler de su préstamo en España y que queríamos que siguiera Agustín Pellettieri. El estaba en tercer lugar. Entonces aceptó la oferta de Banfield», explicó.
«Yo sé que vamos a ganar el clásico y a clasificar para la Copa Libertadores. Como el equipo puso el listón muy alto en los últimos campeonatos, ahora la gente pensaba que íbamos a pelear el título con Boca. Pero después de perder con ellos y empatar con Belgrano el grupo se bajoneó y la punta quedó lejos», reconoció.
Finalmente Russo hizo un pedido, casi un ruego, para el clásico, al afirmar que lo único que quería, además de ganar, era que «le cobren un penal a favor a Lanús, porque hace siglos que no le dan uno».
Y defendió a Mauro Camoranesi por la patada descalificadora que le aplicó al volante de Racing Patricio Toranzo en la cara.
«No es que lo justifique, pero a él se le salió la cadena y lo echaron. En cambio a Teófilo Gutiérrez no le hicieron nada cuando en el primer tiempo lo midió a Paolo Goltz y le pegó de atrás cuando nadie lo miraba. La verdad que hacía muchísimos años que no veía un partido con un clima tan caldeado adentro y afuera», confió.