La damnificada afirmó que el letrado que estaría vinculado a una asociación de víctimas les quitó nueve mil pesos para encontrar con vida a Érica.
En cuanto a la causa por Erica Soriano el fiscal de Lomas de Zamora, Gerardo Loureiro, imputó por el delito de «falso testimonio» a dos empleados de un crematorio que funciona en el cementerio de la localidad bonaerense de Lanús.
Los investigadores del caso trabajan desde hace meses en la pista de que el cuerpo de Érica, en caso de haber sido asesinada, fue desaparecido por especialistas en tanatología, ya que la familia del principal sospechoso, Daniel Lagostena, pareja de la joven, tiene una casa funeraria en el sur del Gran Buenos Aires.
La víctima, de 30 años, embarazada de dos meses y medio cuando desapareció y madre de una nena de 12 años, salió de su casa del partido bonaerense de Lanús el 21 de agosto pasado. Según la denuncia familiar, la joven se dirigía rumbo a Villa Adelina, en San Isidro, para almorzar con su madre y su hija, que había quedado al cuidado de la abuela. Sin embargo la mujer nunca llegó y desde ese momento, Lagostena se convirtió en el principal sospechoso para la familia de Érica.
El hombre, cuyo padre está en el negocio funerario, explicó a la Justicia que su pareja salió enojada de la casa que compartían tras discutir fuertemente y no supo más nada de ella.
El abogado Urssino explicó que la cochería La Paz (propiedad de Lagostena padre) utiliza los servicios del crematorio de Lanús, y que «el mismo día que desapareció Érica, se llevó gente al crematorio».
En tanto, el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense ofreció una recompensa de entre 20 mil y 70 mil pesos para quienes aporten datos fehacientes que permitan dar con el paradero de Érica.
María Esther, madre de Erica Soriano, denunció ante los medios que un abogado quilmeño estafó econicómicamente a la familia luego de haber asegurando que encontraría a la jóven que se encuentra desaparecida desde agosto de 2010.