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Sobre el helicóptero municipal

Nota editorial
Por Lucas D. González Monte

El municipio de Lanús realizó la presentación de un helicóptero con el que se busca reforzar la seguridad en el distrito. La aeronave, modelo Robinson 44, es similar a la que ya posee Almirante Brown: Un monomotor con capacidad de transporte a cuatro personas.

Sin embargo, expertos en la materia señalaron que los Robinson en general, y el modelo 44 en particular, poseen deficiencias de seguridad. El desaparecido helicóptero de la Agencia de Seguridad Vial en enero de 2011, aquel que se desplomó en la cobertura periodística del Rally Dakar 2010, o en el que perdiera la vida el automovilista Luis Di Palma son los casos de accidentes del Robinson 44 que más resonancia han logrado en la opinión pública argentina, pero no los únicos.
Los helicópteros en cuestión son comercializados en la Argentina por la empresa HANGAR UNO, representante exclusivo de estadounidense Robinson Helicopter,  Su titular, Guillermo Tufró fue noticia a principios de la década de 1990, cuando logró que la empresa le proveyera Robinson modelo 22 a la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
La adjudicación a la empresa de Trufó fue observada porque los R-22 no cumplían los requerimientos técnicos y de seguridad mínimos para prestar servicio policial. Esos helicópteros, que sólo son diferentes a los R-44 en la cantidad de pasajeros que pueden transportar, sufrieron numerosos accidentes fatales.
Pero no fueron simplemente estas razones las que llevaron a objetar la adquisición a algunas voces políticas de Lanús. El secretario General del sindicato de trabajadores municipales, Miguel Pedelhez cuestionó el gasto que implica la manutención de la aernoave y señaló la falta de recursos para tareas de mantenimiento mínimas en las instalaciones de la comuna.
En el mismo sentido, atendiendo a las dificultades financieras que afronta el distrito y  que el propio Intendente denunciara, cabe preguntarse como contribuyentes y habitantes lanusenses si no existen otros destinos más prioritarios para los recursos económicos, que incluyen el área de seguridad y entre los que se podrían sumar el mantenimiento de los móviles policiales, la contratación de más personal para vigilancia en las calles o la puesta en funcionamiento pleno del centro de monitoreo.
Por último, es claro que nadie desea accidentes de ningún tipo, pero es legítimo preguntarse si el Ejecutivo municipal fue advertido respecto de los riesgos que implica una contratación de este tipo aeronaves.

Cuestiones técnicas
Según el manual del fabricante, el R-44 no puede volarse cuando los vientos en superficie excedan los 25 nudos (46 kmxh) o cuando las ráfagas superen los 15 nudos (27 kmxh) y se ha demostrado que la refrigeración del motor «satisfactoria» se encuentra por debajo temperaturas ambientes de 38°C a nivel del mar.
Asimismo, el manual de operaciones subraya que la aeronave sólo puede maniobrar de noche bajo condiciones de visibilidad óptima y deja constancia de que no se pueden instalar equipos electrónicos fuera de los preinstalados por el fabricante, descartando la posibilidad de instalar focos seguidores, cámaras o equipos de transmisión extra.
Cabe destacar que por ser monomotores, este tipo de helicópteros tiene prohibido el vuelo sobre el territorio de la Ciudad de Buenos Aires.

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