Nueve presuntos integrantes de una sofisticada banda de «piratas del asfalto» fueron detenidos por orden de la jueza de instrucción Wilma López, y acusados por el delito de «asociación ilícita», informaron fuentes judiciales.
Las detenciones se produjeron en las últimas horas después de una investigación que llevaron adelante la jueza, la fiscal Elsa Areu Franco, y la división Robos y Hurtos de la Policía Federal.
Según revelaron los informantes, la banda operaba con la interceptación y el robo de mercadería en tránsito en las zonas de la Avenida Cantilo, en inmediaciones del estadio de River Plate, y en el barrio de Retiro.
Los «piratas» poseían un moderno equipo de inhibidor de frecuencia traído desde Israel que obstaculizaba las comunicaciones policiales y la detección de los camiones robados mediante el sistema de localizadores satelitales de vehículos.
Según se desprende de la investigación, el grupo interceptaba a la víctima, en pleno trayecto cambiaba el camión por uno propio y trasladaba el semirremolque hasta un galpón en la ciudad bonaerense de Lanús, que fue allanado por orden de la jueza y donde se encontraron elementos sustraídos.
En Lanús los delincuentes realizaban el estibaje de lo robado, de distintos y variados rubros: desde cargamentos de gaseosas hasta alambres de cobre, pasando por rulemanes, polietileno y azúcar.
El grupo contaba con camiones propios mediante los cuales colocaban la mercadería robada a clientes aún no identificados en el expediente. La causa se inició a fines de abril cuando efectivos de la Comisaría 22 recuperaron un camión cargado con alambre de cobre en cercanías del estadio Luna Park, de esta ciudad, gracias a que el dueño de la mercadería identificó circulando por ese lugar el semirremolque que poco antes le había sido robado.
Desde entonces fueron detectados múltiples atracos, de los cuales cinco fueron cometidos en una misma semana.
La banda operaba con la intercepción y el robo de mercadería en tránsito en las zonas de la Avenida Cantilo, en inmediaciones del estadio de River Plate, y en el barrio de Retiro. Todo lo robado era llevado a un galpón en Lanús.