El defensor de Lanús Carlos Izquierdoz afirmó hoy que su equipo «debe recobrar la confianza» para solidificar sus chances de campeonato. «Tenemos que recobrar la confianza. Nos está faltando la última puntada y el fuego en el área rival. Pero para eso también debemos recuperar volumen de juego».
«Nos está costando convertir en las últimas fechas. Anoche con Tigre tuvimos varias situaciones y no pudimos anotar. Merecimos llevarnos más que un empate», evaluó.
Izquierdoz rescató sin embargo que el «trabajo de los Barros Schelotto es muy bueno desde que llegaron. Gustavo aporta más en lo táctico, por su experiencia como ayudante de campo de Gregorio Pérez y Guillermo va más desde el lado del gran jugador que fue».
«Pero Gabriel Schurrer también hacía las cosas bien y de hecho no cambiamos mucho en lo táctico, ya que se mantuvo el 4-3-3. Lo que ahora hacemos diferente es que presionamos más arriba», explicó.
«Ahora se nos viene el partido con San Martín en San Juan y somos conscientes que será durísimo, porque ellos se están jugando las últimas cartas para permanecer en primera», anticipó.
El oriundo de la ciudad de Bariloche, de 24 años, pasó de la zaga central a marcar punta derecha frente al equipo de Victoria, ante la lesión de Carlos Araujo, pero su idea es no perder la titularidad cuando vuelva el lateral. «Se me complicó jugar de titular cuando llegó el venezolano (Oswaldo) Vizcarrondo. Yo respeto a todos, pero quiero jugar. Guillermo dijo que va a hacerlo el que mejor esté y lo está cumpliendo. Después, la decisión es suya», argumentó.
«Yo viví una linda experiencia cuando me cedieron a Atlanta (existe un convenio de reciprocidad entre ambos clubes), porque allí me demostré que podía jugar», resaltó. Izquierdoz finalmente eximió a los árbitros de responsabilidades puntuales en esta definición de temporada al afirmar que se «equivocan como todos y en muchos casos quedan muy expuestos».
«A mí me echaron dos veces en mi carrera, una de ellas por atacar al colombiano Teófilo Gutiérrez cuando con Racing nos hizo un gol y lo cargó a nuestro arquero Agustín Marchesín. En ambas oportunidades estuve bien expulsado», destacó. «Lo que pasa es que en los últimos tiempos, en el fútbol argentino se hizo costumbre andar ensuciando el terreno con suspicacias», remarcó.