(Primera Actualización) Un agente de Infantería de la Policía Federal fue encontrado acribillado de siete balazos en el interior de su auto, detenido en Avellaneda, informaron hoy fuentes policiales. El hallazgo se produjo anoche, cerca de las 22.30, en Hipólito Yrigoyen al 1948, donde el policía fue encontrado muerto a tiros en el asiento del conductor de su auto Volkswagen Bora negro.
El policía fue identifico como Javier Marcelo Jaime, de 37 años, quien había sido destinado a prestar servicios en la Villa 20-21 en el barrio porteño de Villa Lugano.
Los voceros añadieron que al momento del hallazgo del cadáver por parte de personal de una patrulla de la policía bonaerense que recorría la zona, Jaime estaba vestido de civil y franco de servicio. Su auto, en tanto, tenía las balizas encendidas y el motor en marcha. Al lugar llegaron efectivos de la comisaría segunda de Lanús y peritos, que desplegaron las tareas para obtener evidencias y rastros de la escena del crimen. Los investigadores descartaron en principio que se haya tratado de un intento de robo, ya que encontraron en poder del policía su arma reglamentaria y sus efectos personales. Además detectaron que el asiento del acompañante tenía la funda corrida, lo que hace suponer que hubo un forcejeo previo al crimen, por lo que se investiga si el agresor era un conocido de la víctima que subió al auto con su consentimiento. Los forenses establecieron que Jaime recibió tres disparos en el pecho, dos en la espalda y otros dos en el brazo derecho efectuados con un arma calibre 9 milímetros. En su brazo, los peritos detectaron que el caño del arma le fue apoyado antes del disparo, lo que dejó signos de quemaduras y deflagración. En la parte delantera del auto, en tanto, los peritos hallaron vainas servidas del mismo calibre. Las fuentes añadieron que el agente de Infantería no llegó a sacar su arma, que fue secuestrada con el cargador completo. Los pesquisas procuraban obtener pruebas e imágenes que pudieran haberse captado con cámaras instaladas en la zona, para establecer la mecánica y circunstancias del ataque y aclararon que Jaime no vivía en Avellaneda. El agente de Infantería se convirtió en el decimosexto policía federal asesinado en lo que va de 2013, 12 de los cuales estaban en actividad y cuatro retirados. La causa quedó a cargo de la fiscalía descentralizada de turno de Avellaneda.