Nuevamente este verano, la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) brindará un mes de jornadas gratuitas de deportes y actividades culturales a chicos que asisten a comedores escolares y comunitarios de Lanús, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora y Almirante Brown. Este año el Programa “Los derechos de los niños no se toman vacaciones” comenzó el lunes 6 de enero y culminará el 31 del mismo mes.
El Programa se inició en 2000, apenas tres años después de la creación de la Universidad Nacional de Lanús, y que desde entonces se viene realizando todos los veranos en forma ininterrumpida, y es llevado adelante por la Dirección de Deportes de la UNLa, dependiente de Secretaría de Cooperación y Servicio de la Universidad.
En esta decimocuarta temporada consecutiva, su objetivo primordial es, como en todas las oportunidades anteriores, posibilitar el acceso de chicos de hogares de escasos recursos a actividades culturales, deportivas y recreativas gratuitas, en el marco de la difusión de la Convención Internacional de los Derechos del Niño. La idea base es que, además de pasar un día de recreación al aire libre, los pibes conozcan sus derechos y tengan un primer acercamiento a la universidad pública.
Durante el programa las más de 30 hectáreas de la UNLa recibirán diariamente a 500 chicos provenientes de comedores comunitarios de la zona, de 5 a 12 años, de lunes a viernes, en el horario de 13.30 a 17.30. En el campus practicarán deportes, harán actividades culturales y recibirán un refuerzo de almuerzo y una merienda. Además de los talleres recreativos, los chicos verán espectáculos artísticos y disfrutarán de un taller de cuentos, donde adultos mayores se acercaron a la Universidad a leerles libros.
Este año los chicos asistirán a talleres de ajedrez, teatro, juegos, informática, bijouterie, danza, artes plásticas y percusión (talleres armados de acuerdo a las edades e intereses propios de cada chico). Los profesores de educación física les enseñaron iniciación de práctica deportiva, donde aprendieron nociones de fútbol, básquet, softball, hánbol, vóley y rugby.
“Los elegimos porque, por lo general, varios de ellos son deportes a los que estos chicos no tienen acceso. Queremos que conozcan cosas que tienen limitadas por su estado económico y social”, explica Julián Loiseau, uno de los coordinadores del programa y también del área de Deportes de la Universidad.
Como novedad, este verano se creo un taller de nutrición para los chicos y sus acompañantes. También hay actividades extra algunos días, tales como cine y vida en la naturaleza, un taller donde se enseñan actividades pre campamentiles pero con un foco sobre la concientización sobre el buen uso, el cuidado y la preservación de los recursos de la naturaleza.
Los chicos más grandes podrán asistir a un taller de fotografía y a otros tres talleres de iniciación en oficios: mecánica general; tallado manual y artesanal de madera; y utilización de máquinas industriales de carpintería. También se ofrecerán actividades para los referentes institucionales de los chicos asistentes: talleres de arte y bijouterie y manualidades.
Asimismo se realizarán controles a los chicos, a cargo de estudiantes de la carrera. Bajo el nombre de “Niño Sano”, se harán chequeos de peso, altura, signos vitales y temperatura, entre otros controles.
Las actividades se llevan a cabo de manera conjunta con los referentes de las organizaciones comunitarias que operan de enlace natural entre las familias y la institución universitaria. Desde la universidad participan además del equipo coordinador y los talleristas, estudiantes, becarios, docentes y no docentes.
“Este programa se fundamenta en el compromiso de la Universidad de Lanús de generar estrategias de vinculación con la comunidad, a fin de favorecer la inclusión social de sectores desfavorecidos, no solamente en términos económicos sino sociales y simbólicos que operan en la naturalización de ciertas representaciones. Esto implica concebir la pobreza como un fenómeno múltiple y complejo imposible de abordar exclusivamente en términos de recursos materiales”, dice al respecto Georgina Hernández, Secretaria de Cooperación y Servicio Público de la UNLa.