Toda la oposición representada en el Concejo Deliberante de Lanús rechazó en la sesión del viernes pasado la rendición de cuentas 2013, propinándole una derrota política a un Frente para la Victoria que no supo encontrar los consensos para que su gestión del año pasado llegase sin objeciones al Tribunal de cuentas de la provincia de Buenos Aires.
El intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, contó desde su asunción en 2007 y hasta octubre pasado con una mayoría de concejales que le evitó contratiempos en el deliberativo y hasta en algunos casos impidió la interpelación de sus funcionarios.
La primer señal de cambio se dio en febrero de este año, cuando el bloque del Frente para la Victoria se levantó de una sesión luego de que la mayoría opositora mandase a comisión subsidios por 50 millones de pesos y justo antes de que aprobasen la interpelación del secretario de Obras Públicas, José Fernández Dortona.
Las dudas sobre el potencial legislativo de los concejales opositores estaban cimentadas en las diferencias de criterio exhibidas por los concejales massistas a lo largo de 2013: Mientras algunos cuestionaban al Ejecutivo local en todas las medidas otros acompañaron con su voto expedientes clave como el presupuesto o la rendición de cuentas 2012.
La semana pasada el propio presidente del bloque de concejales del Frente Renovador, Nicolás Russo, cuando en los medios locales se especulaba sobre cuáles serían los ediles opositores que supuestamente avalarían la rendición de cuentas, tuiteó una fotografía de todo su bloque unido, casi a modo de definición pública sobre el asunto.
En referencia al rechazo planteado por todos los concejales opositores, Montero evaluó que «cada espacio político opositor se está preparando para las elecciones del 2015 a pesar de que falta mucho, y como ninguno quiere quedar mal en su interna porque varios se juegan la renovación de sus bancas, tratan de ser lo más opositores posible».
«En reuniones privadas varios opositores me dijeron que la rendición de cuentas que presentamos estaba muy bien, pero que por sus propias internas partidarias tenían que votar en contra», añadió.
La debilidad de la actual posición del oficialismo de Lanús en el Concejo Deliberante, expresada en la derrota del viernes pasado, abrió el juego a que sectores del peronismo que no forman parte de la estructura propia del intendente saliesen a reclamar que «se abra el juego».
Por su parte, el concejal de la Juan Domingo de Lanús, Heriberto Deibe, afirmó que «esta derrota del intendente abre un nuevo escenario político y de gestión en Lanús, ahora Díaz Pérez deberá ver como resuelve los problemas de las áreas más críticas de su gestión, sobre todo en Seguridad, Políticas Sociales, Salud y Hacienda».
Los otros bloques opositores también destacaron la derrota del oficialismo y subrayaron el hecho de que todos los concejales massistas votaran contra el intendente.
El rechazo de la rendición de cuentas 2013 no debería representar un costo administrativo para el intendente Darío Díaz Pérez porque el tribunal de cuentas provincial será el que muy probablemente le dé el visto bueno, pero a hasta el 10 de diciembre de 2015 se verá obligado a generar nuevos consensos en un Concejo Deliberante en el que las cuentas ya no le cierran.