Copias certificadas de toda
la documentación referida al contrato entre el municipio de Lanús y
la empresa Covelia por los servicios de barrido y recolección
deberán ser enviadas al Concejo Deliberante, luego de que por
primera vez desde la asunción del intendente Darío Díaz Pérez,
todos los ediles se pusieran de acuerdo para reclamar esa
información.
Si bien Covelia llegó a Lanús en 2002 bajo la
intendencia de Manuel Quindimil, Díaz Pérez se negó
sistemáticamente a enviar los detalles del servicio de recolección
al Concejo y en algunas entrevistas con APLanús dejo entrever que
guardaba los datos porque en algún momento hubo ediles “que
especulaban” sobre los mismos haciendo lobby para las empresas
oferentes.
Desde la oposición, el reclamo de transparencia fue
permanente durante los últimos siete años, en los que la mayoría
oficialista aprobó en 2009 un nuevo pliego y su prórroga en
2013.
En Julio del año pasado también se aprobó el llamado a
licitación para la confección del nuevo pliego, que ya con el
Frente para la Victoria en minoría fue aprobado gracias a los votos
de los entonces concejales del Frente Renovador, Cristian Bosio,
Gabriel Di Masi, Carlos Barbagallo y Griselda Regueira.
En esa
oportunidad, Díaz Pérez afirmó en diálogo con APLanús no saber
“exactamente cuánto dinero se ha invertido hasta ahora en ese
convenio”, pero “que cada vez que hay que renegociar estas
situaciones se generan modificaciones importantes”.
“Con las
licitaciones de los residuos la oposición tiene la misma actitud
desde que asumí, plantean cualquier cosa, desde revisar las comas
hasta elegir a la empresa adjudicataria; sin embargo, las leyes
provinciales me autorizan a realizar el pliego de la manera que lo
hago y en los tiempos en los que vamos a manejarnos”, recalcó
aquella vez.
En esa misma entrevista de Julio de 2013, Díaz Pérez
subrayó: “Ojalá se pudiera municipalizar la recolección de
residuos”, y sostuvo que se iban a hacer importantes intervenciones
en el nuevo pliego para darle mayor presencia al estado municipal.
todos los intendentes estamos muy lejos”, agregó.
“El
principal obstáculo es el de la logística, para un distrito cómo
Lanús hay que tener asignados a esa tarea entre 55 y 60 camiones,
resolver la situación de los actuales trabajadores del sector que
hoy pertenecen a camioneros, capacitar al personal, disponer de un
lugar donde instalar todo esto y generar un nuevo esquema de
servicios”, detalló.
“Es un desafío muy complejo y tenemos
chances de ir haciéndolo de manera parcial, ir achicando algunas
cuestiones, pero no podemos cambiarlo de un día para el otro”,
concluyó Díaz Pérez 10 meses antes de que Quilmes municipalizara
la recolección.
Sobre el pliego aprobado por el Concejo
Deliberante días después de esa entrevista, el Ejecutivo municipal
aprobó el 22 de enero pasado un nuevo contrato con Covelia, que le
adjudica los servicios de recolección y de una parte del barrido a
esa empresa hasta el 2017.
Luego de la derrota del oficialismo en
las últimas elecciones y del cambio de conformación del
deliberarivo, los bloques opositores volvieron a presionar sobre el
expediente de la basura, y después de varios pedidos individuales,
forzaron al Frente para la Victoria a consensuar en comisiones un
pedido de informes único que fue aprobado por unanimidad en la
sesión del viernes 23 de mayo.
Al respecto, el concejal del GEN,
Oscar López, subrayó en diálogo con APLanús que «es
inadmisible el manejo discrecional de un acuerdo que según la
rendición de cuentas le costó al municipio 120 millones de pesos
sólo en 2013».
«Este pedido de informes prosperó
porque ha cambiado la conformación del cuerpo de concejales en las
últimas elecciones, y porque ha habido cambios internos en el Frente
Renovador, obligando a sus integrantes a cumplir con el rol de
opositores», apuntó.
Uno de los concejales del massismo que
había aprobado el llamado a licitación en julio pasado, Cristian
Bossio, señaló a APLanús que «el pedido de informes respecto
del contrato de la basura fue una decisión de todo el bloque del
Frete Renovador en su conjunto, porque en todo tipo de pliegos puede
haber algún error u omisión».
«Había una inquietud de
los concejales entrantes, que no pudieron ver el expediente. Nosotros
creemos que es importante que nadie se queda con dudas y que los
concejales opositores auditemos todo, por eso acompañamos el pedido
de informes», añadió.
Más crítico fue el minstro de
Hacienda porteño y concejal electo por el PRO, Néstor Grindetti,
quien advirtió: «Desde el PRO venimos pidiendo transparencia
desde hace mucho en el tema del contrato de la basura y
sistemáticamente niegan cualquier dato o documentación. Por
convicciones me opongo a la judicialización de la política, pero
como vecino siento impotencia y si no muestran los papeles no van a
dejar más alternativa que reclamarlos por la vía judicial».
«Hace
unos meses hicimos un requerimiento oficial de esa información y
desde el ejecutivo municipal argumentaron que cómo Lanús nunca
adhirió a la ley provincial de Información Pública no están
obligados a mostrarle a los vecinos los contratos que se firman. Ya
está muy mal que Lanús nunca haya adherido a una ley de
transparencia, pero mucho peor es que se agarren de eso para negarse
a mostrar lo que hacen con la plata de los vecinos», agregó.
Por
su parte, el concejal del partido Justicialista de Lanús, Omar
López, aclaró que «el pedido de informes es normal porque
siempre hay interpretaciones diversas y lo que corresponde es que los
concejales tengamos acceso a toda la información, pero lo que no se
puede permitir es la falta de respeto».
«Los concejales
que armaron el pedido de informes requirieron copia certificada del
expediente, el llamado a licitación, el acta de adjudicación y el
contrato con Covelia. Pedir que se certifiquen las copias es
desconfiar de todos los trabajadores municipales y funcionarios que
confeccionaron esa documentación oficial, y eso es faltar el
respeto», añadió el edil.
El concejal de la Juan Domingo de
Lanús, Heriberto Deibe, apuntó en diálogo con APLanús que «los
concejales que en Julio de 2013 votamos contra el llamado a
licitación de la basura lo que queríamos era poder ver el pliego de
bases y condiciones, porque esa es la única manera se saber si
Covelia cumple o no con el servicio contratado».
«Hoy
cualquier vecino se da cuenta que Lanús está sucia, y uno supone
que el pliego de bases y condiciones indica que «el distrito
tiene que estar limpio, entonces con el pliego en la mano quedaría
claro que quien no cumple es el municipio que debería controlar y
auditar que se cumpla lo acordado», enfatizó.
En ese
sentido, el concejal del Frente Renovador 17 de Octubre, Salvador
Baratta, afirmó en diálogo con APLanús que «en la sesión en
la que se aprobó el llamado a licitación ya eramos muchos los
concejales opositores que pedíamos ver la documentación y que
votamos de manera negativa porque nunca la mandaron y querían que
acompañásemos el expediente a ciegas».
Frente a estos
cuestionamientos, la secretaria de Planificación Estratégica y
Ordenamiento Ambiental de Lanús, Lara Villalba, aseguró a APLanús
que «todo el proceso de licitación del servicio de barrido y
recolección fue público».
Secretaría ningún pedido de informes, pero entiendo que es algo que
forma parte de las facultades del concejo deliberante y no va a haber
inconvenientes en responder a lo que soliciten porque toda la
información es pública y el municipio la difundió en los
principales medios nacionales y locales. «El contrato con
Covelia es similar al que acordaron otros municipios, la empresa se
hace cargo de la recolección de la basura de todo el distrito y del
barrido de 1.318 cuadras», señaló Villalba.
El nuevo
contrato de la basura vuelve a atar uno de los servicios más
sensibles para los vecinos de Lanús a Covelia, empresa cuestionada
por varios jefes comunales del conurbano que firmaron millonarios
contratos con ella cuando Hugo Moyano era el jefe del sindicalismo
oficialista.
Desde 2007 el Ejecutivo municipal no ha brindado
datos ciertos sobre el contrato con más ceros y la oposición al
menos hasta ahora no ha querido o podido comprobarlos.
Los vecinos
de Lanús pagan un contrato cuyas cifras y condiciones no están
claras, por un servicio que no está del todo definido a una empresa
de cuyo crecimiento se sospecha y se duda sobre la identidad de sus
verdaderos propietarios. Este acuerdo lleno de incognitas va a ser
heredado por el próximo intendente que todavía no se sabe quien va
a ser ni con que planes va a asumir.
En el contrato de la basura
está claro que algo huele mal, y cuando #AlgoHueleMal lo mejor es
empezar a ventilar.