El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, dictó una conferencia en el marco del programa “Formarnos”, organizado por la Subsecretaría de Políticas Universitarias y la Universidad Nacional de Lanús (UNLa).
El seminario se realizó este sábado en la Aula Magna del Bicentenario y contó, además, con la presencia del diputado Nacional, Carlos Kunkel; el secretario de Justicia y vicepresidente del Partido Justicialista local, Julián Álvarez; la rectora de la UNLa, Ana Jaramillo, más de 300 dirigentes y jóvenes militantes y otros 800 de siete universidades nacionales que participaron a través de videoconferencia.
Para comenzar, el titular de la Cámara baja hizo un recorrido alrededor de los conceptos de militancia y política: “En nuestro caso, la idea la política se vincula con el concepto de pueblo, y si la política es entendida como una vocación que supone un llamado interno propio de la razón, entonces cada generación tiene su mandato histórico en la lucha por la liberación del pueblo argentino”.
En esta línea, consideró que si hay algo que caracteriza a generación presente, es la posibilidad de contar con 30 años ininterrumpidos de democracia.
“La política puede ser una herramienta de transformación de la realidad para quiénes nos identificados con estos principios y valores, o una oportunidad para tomar el Estado para un rápido crecimiento personal y de enriquecimiento. Estos son los dos modelos de política a los que hemos asistido en estos últimos 30 años” precisó.
Al reflexionar acerca de la importancia de la comunicación en el desarrollo de la política, Julián Domínguez alertó a los presentes que uno de los desafíos de la militancia es defender la soberanía de la política en relación con los medios.
“Lo que pasa es que muchas veces hemos delegado el debate de la política en la agenda que imponen los medios de comunicación, pero este debate que es fundamentalmente político tiene que tener la fuerza para ser capaz de interpelar a los medios y no viceversa”.
En esa perspectiva consideró central la capacidad de promover el juicio crítico, el debate público como lo hicieron el Gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández con la sanción de la Ley Audiovisual, en virtud de la cual “la sociedad argentina puede discernir en cada expresión los intereses que encubren los medios de comunicación, y esto ha sido un triunfo de la política y la democracia”.
Luego, el Presidente de la Cámara puntualizó cual es la coyuntura de la argentina y recomendó a los tecnócratas y los pesimistas que estudien los datos objetivos. Hizo un repaso por lo que definió como aciertos de esta última década, que ubicaron a nuestro país más cercano a su soberanía. Entre ellos el crecimiento de la clase media, la revolución agrícola y el crecimiento de los índices en la producción de alimentos, el aporte al desarrollo de científicos de la mano del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el desarrollo satelital y la repatriación de científicos argentinos que vivían afuera, entre otros.
Hizo mención al producto bruto interno nacional y consideró que “no hay razones para sembrar un manto de preocupación sobre el curso de la Argentina, porque del PBI hay fondos cercanos a los 50 mil millones de dólares” Y consultó a la audiencia si sabían que es lo hubiera pasado en relación al fallo del Juez Griesa si el país hubiera tenido otra conducción y respondió, “si hoy debemos el 48% de nuestro PBI, estaríamos debiendo el 150%, es decir hubieron comprometido el destino de las próximas generaciones por venir.”
Cerca del cierre, Domínguez recordó las palabras del Libertador Simón Bolivar, quién dijo a sus colaboradores: “Siento que he arado en el desierto, nosotros compañeros tenemos la certeza que hemos sembrado en tierra fértil, y esa tierra va a dar sus frutos en el 2015, por más que les pese a los liberales de la argentina. Somos conscientes que este modelo de inclusión social sólo se sostiene con crecimiento, producción, transferencia de tecnología, desarrollo de nuevos mercados, y nueva posición en el mundo. Pero para eso es necesario salir de la angustia que promueven los dirigentes que representan intereses inconfesables, porque los dirigentes tienen que oler a pueblo, a valores y vida, y eso es lo que se promueve hoy en esta formación”.
Para cerrar la charla habló sobre la Universidad del Pueblo: “en su momento nos parecía una utopía. Yo estudiaba en Derecho en la UBA y no entendíamos que estábamos estudiando, ni para qué sociedad nos formaban. Esto que sucede hoy aquí es una manera de reencontrarnos con nuestra patria y con las mejores tradiciones del campo nacional y popular. Volvimos en la argentina a hablar de patria y de símbolos, y es maravilloso que la Universidad este promoviendo la formación de dirigentes a partir de la propia literatura, la propia historia y los propios dirigentes. Eso es un indicador que podemos llevar a la Argentina al lugar que soñamos” concluyó el Diputado Nacional.