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La UNAJ realizó investigación sobre el virus sincicial respiratorio

Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) de Florencio Varela analizó el desplazamiento de cepas del virus sincicial respiratorio (VSR) en el ambiente a través de un estudio interdisciplinario que contó con la integración de metodologías desde especialidades como la sociología, la epidemiología clásica, la epidemiología molecular, la clínica, entre otras. Se trata de un estudio de infecciones respiratorias dirigido por el docente e investigador de la UNAJ Alejandro Castello.
El trabajo consistió en establecer mapas de seguimiento espacio-temporal de cepas del VSR mediante secuencias específicas. Se incorporaron al estudio 1.105 pacientes pediátricos internados con presentación compatible con IRAB en cuatro hospitales provinciales públicos, de las cuales 248 muestras fueron positivas para algún agente viral. De éstas, un 80% ha resultado positiva para VSR.
“Conociendo el comportamiento macro desde el punto de vista del seguimiento de esas cepas, podemos conocer la vulnerabilidad de poblaciones. Como el interés principal en la primera infancia está dado por las infecciones respiratorias agudas bajas, a través del diseño de estudios de secuencia, nos asociamos con cuatro hospitales para que sea multicéntrico y así visualizar cómo se distribuye el virus en nuestro territorio”, explicó a Argentina Investiga el bioquímico Alejandro Castello.
Los hospitales con los que se trabajó fueron “El Evita” de Lanús, “El Eurnekián” de Ezeiza, “El Evita Pueblo” de Berazategui y el hospital “El Cruce – Néstor Kirchner” de Florencio Varela. Durante un año se tomaron muestras de bebés internados por bronquiolitis para caracterizarlos desde un punto de vista molecular. ¿Qué significa esto? Castello remarcó que definieron “un recorte de una secuencia del virus y de esa manera visualizamos cómo se mueven las cepas. Idealmente cómo se mueven. Por ejemplo, salen de un foco y se expanden durante la fase epidémica de la circulación de los virus (desde la época que comienzan los fríos hasta septiembre)”.
En los hospitales se tomaron más de 1.500 muestras de aspirado nasofaríngeo, que se utilizan para analizar las secreciones de la parte superior de la garganta, por detrás de la nariz, para detectar organismos que puedan causar enfermedad. ¿Cómo se realiza este examen? Se pasa un hisopo de algodón estéril con suavidad a través de la fosa nasal hasta la nasofaringe, la parte de la faringe que cubre el paladar. La logística para recolectarlas fue muy importante porque en ningún momento deben perder la cadena de frío (que en este caso deben estar congeladas y almacenarse en freezers a una temperatura de menos de setenta grados). Por lo tanto, la toma y el traslado de las muestras implicaron una sincronización muy importante entre las instituciones que participaron.
“Los estudios de laboratorio dicen: es respiratorio sincicial. Nosotros lo que estamos diciendo es ‘este respiratorio sincicial se movió de esta manera durante la temporada’. Y hay muchos más casos de este tipo que de otro. Funciona como un marcador de virulencia. Conociendo el virus, podemos conocer cuáles serían los determinantes socio-ambientales más importantes para trabajar en materia de prevención. Si se traza el recorrido de los virus, también podemos ver la vulnerabilidad. Porque estamos diciendo ‘en esta zona empezó un foco que siguió en otra zona’. ¿Por qué siguió?, ¿por qué se desplazó? Encontramos una explicación porque vimos el trazado de esa firma molecular que siguió un determinado camino”, relató el coordinador de la carrera de Bioquímica de la Jauretche.
Los determinantes a los que se refiere están relacionados con aspectos higiénico-sanitarios. Por ejemplo, el humo de tabaco en el ambiente se asocia con una mayor gravedad; el nivel educativo de padre-madre; cuántas personas conviven bajo un mismo techo; qué tipo de acceso al agua y a cloacas tiene el barrio; qué tipo de vivienda, pisos, paredes son las que rodean la realidad de los menores afectados por las IRAB.
Castello remarcó la diferencia entre este estudio interdisciplinario y sus trabajos específicos como virólogos: “Desde mi profesión me interesa la historia natural de los virus. Investigar qué hacen y por qué lo hacen. Por su parte, en epidemiología molecular es más complejo porque no es un sistema aislado, como un laboratorio en condiciones controladas, donde infectamos células o animales. Acá se enfrentan poblaciones de virus con poblaciones de niños y la complejidad aumenta si consideramos que la población infectada es mayor si contemplamos casos asintomáticos. El respiratorio sincicial (como el rotavirus) reinfecta a la población en contacto”.
Por último, el investigador de la UNAJ anticipó un nuevo “proyecto financiado en parte por la UNAJ en el cual a la lactococcus (bacterias lácticas) la decoramos con proteínas del virus respiratorio sincicial y probamos en ratones para lograr su inmunización. Hemos encontrado alguna diferencia en cuanto a su protección respecto de ratones que no fueron sometidos a esta prueba. Lo que hay que generar son respuestas protectoras. Una respuesta de ataque de células infectadas y de generación de anticuerpos que no tenga tendencia a exacerbar respuestas alérgicas. Estudiar lo que pasa en la naturaleza es lo que nos mueve y nos conduce a la investigación para el desarrollo de algún compuesto que sea capaz de inducir respuestas inmunes”.
El estudio realizado contó con la participación de los profesionales Alejandra Musto, Daniela Álvarez, Gabriela Hamilton, Mariana Orellana, Cesar Moltani, Andrea Sancillo, Carolina García y Alberto Rodríguez Pérez.
En los años sesenta las vacunas clásicas que se implementaron contra este virus ocasionaron casos más severos. Los chicos vacunados tenían peores presentaciones que los que no recibieron la vacuna. En el caso del respiratorio sincicial, se generó un tipo de respuesta que a nivel de mucosa respiratoria, que es donde se produce la infección, generaba anticuerpos que provocaban una respuesta de tipo alérgica. Era una respuesta inmune, pero no deseada porque empeoraba el cuadro: se producían consecuencias propias de la infección viral (destrucción de tejido, el cierre de los bronquios, por eso se hinchan los alveolos, los chicos están hipóxicos) y se asociaba con una respuesta exacerbada tipo asmática.
Entonces es un virus al cual se le tiene muchísimo respeto en el desarrollo de vacunas. Si bien recién ahora están apareciendo algunas vacunas que parecen ser protectoras y se apartan del riesgo de exacerbar la presentación, desde la Universidad Nacional Arturo Jauretche se realizó un estudio desde la epidemiología molecular, que se basa en hacer secuencias del genoma de los virus para ver cuál es la distribución de esos virus a nivel global, cómo entran en nuestra región, cómo se distribuyen, qué tan parecidos son esos virus a los incluidos en las vacunas, informó Argentina Investiga.

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