La preocupante situación de inseguridad en el distrito terminó ayer con dos delincuentes muertos a manos de un policía y un vecino, sumandose esos hechos a un lista creciente que parece no tener fin previsible. Desde el municipio se reconoce la situación y las explicaciones más importante pasan -en estos momentos- por dos facetas distintas del fenómeno: la deficiente gestión del ex intendente municipal Darío Díaz Pérez y los ánimos caldeados dentro de la Policía Bonaerense por las reformas que estaría realizando la gobernadora María Eugenia Vidal.
«Lanús es el distrito más postergado en todo sentido y es algo que se nota. Por ejemplo en las áreas de seguridad Martín Insaurralde hizo una buena inversión, y Jorge Ferraresi, un cuadro duro del kirchnerismo, también, mientras que Díaz Pérez solamente formó 200 policías locales y tuvo una falta de gestión», remarcó el secretario de seguridad local, Diego Kravetz al ser consultado por el estado en que recibió el área.
En declaraciones a Qm Noticias, Kravetz dijo que si se compara a Díaz Pérez con los intendentes vecinos, el dirigente del FPV fue el que menos hizo: «Estuvo todo muy paralizado, y es complejo poner en movimiento todas las áreas», precisó.
Respecto de la segunda de las explicaciones, distintas fuentes municipales señalaron a APLanús que entienden que la interna de la Policía está jugando sus cartas en Lanús.
En ese sentido recuerdan que la diputada Elisa Carrió denunció públicamente al jefe de la Bonaerense Pablo Bressi y que, en esa aparición, la líder de la Coalición Cívica nombró al distrito conducido por Grindetti como uno de los más comprometidos por la inseguridad.
Entienden que la interna de la Bonaerense tuvo ayer un capítulo con la captura de cuatro policías por encubrir una red de prostibulos, al tiempo que se esfuerzan por despegarse de esa cuestión.
Un conocedor del tema, el ex segundo de la Policía provincial y ex concejal Salvador Baratta realizó hace pocas semanas declaraciones publicas en las que pide «hacer los cambios que correspondan hacer y comenzar a gobernar a la policía de la Provincia de Buenos Aires».
«Lo vengo sosteniendo hace un montón de tiempo. El 95 por ciento de la Policía de la provincia es espectacular, pero tenemos un 5% muy complicado que muchas veces cae en los rangos de conducción. El que no se alínea se tendrá que ir y el que está delinquiendo tendrá que rendir cuentas en la Justicia», había sostenido Baratta en declaraciones a un medio mendocino.
Para poner paños fríos en una situación caliente, desde el municipio esperan recuperar el tiempo perdido en cuanto al egreso de la Policía Local y la puesta en funcionamiento de más cámaras y patrulleros, y -aunque públicamente se cerrará filas con la gobernación en cuanto al traspaso de la fuerza local- en reuniones privadas, los funcionario locales piden tomar el control total de la misma.
Será difícil ver al intendente Grindetti sumarse al reclamo público que sus colegas de otras fuerzas le realizaron a la gobernadora, pero se puede esperar a que insista con el proyecto «puertas adentro» de su fuerza política.