
Al encabezar un acto en la Universidad de Quilmes, donde recibió dos distinciones como Doctora Honoris Causa, la ex presidenta Cristina Fernández rechazó hoy que haya un pobre cada tres argentinos, tal como anunció el Gobierno, al señalar que dicha medición «poco tiene que ver con la realidad».
Acompañada por el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli, ex funcionarios y otros dirigentes que integran el FpV, la ex mandataria argumentó que si dicho método de medición se aplicara en Chile, «que declara un 8 por ciento de pobreza, tendría un 28 por ciento», y si se utilizara en Bolivia, en lugar del 28 por ciento, habría un 50 por ciento».
Se nos dijo que uno de cada tres argentinos era pobre y se largó una medición que poco tiene que ver con la realidad», remarcó la ex jefa de Estado, que fue agasajada en un multitudinario acto en el gimnasio de la Universidad de Quilmes, donde recibió por parte de esa casa de altos estudios y de la Universidad de Avellaneda el título de Doctora Honoris Causa.
Alertó que a partir de la publicación de los resultados de ese encuesta, que afirma que el 32 por ciento de la población se encuentra debajo de la línea de la pobreza, se inició una «campaña mediática sistemática» para convencer a la gente de que las «políticas compensatorias como la Asignación Universal por Hijo (AUH) son ineficaces para la lucha contra la pobreza, de manera tal de preparar el terreno para desmantelar la ayuda del Estado a través de subsidios directos».
«Inmediatamente que salió esto se pudo ver titulares de diarios que decían que pese a la cantidad de planes sociales creció y se consolidó la pobreza. Esto es un tiro directo al corazón de las políticas compensatorias y de inclusión como la AUH en nuestro país», advirtió.
En este marco, explicó que «la pobreza no es un fenómeno de la naturaleza», que «tiene que ver fundamentalmente con un modelo económico de país» y que «la única manera de combatirla es generando trabajo decente y calificado con valor agregado».
Uno de los datos políticos más salientes de la jornada fue la presencia de Scioli sentado sobre el escenario en el palco de dirigentes que escucharon el discurso de la expresidenta, teniendo en cuenta que la relación entre Cristina Kirchner y el exgobernador entre el 2007 y el 2015 (cuando ejercían funciones ejecutivas) tuvo sus bemoles.
«Querido Daniel que viniste a acompañarnos. Gracias por estar aquí», reparó la exjefa de Estado antes de desarrollar su mensaje ante la comunidad académica que colmó el gimnasio de la Universidad de Quilmes, al que también concurrieron, entre otros, el excanciller Jorge Taiana; el jefe de bloque de Diputados del FpV-PJ, Héctor Recalde; el exministro de Economía Axel Kicillof; el líder de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, y los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Patricio Mussi (Berazategui) y Francisco «Paco» Durañona (San Antonio de Areco).
Luego la expresidenta se abocó a agradecer las distinciones que le entregaron los rectores Mario Lozano (Universidad de Quilmes) y Jorge Calzoni (Universidad de Avellaneda), y a enumerar las conquistas en materia universitaria generados bajo los gobiernos kirchneristas, como la creación de nuevas universidades nacionales públicas, la repatriación de científicos y el plan Progresar.
«Es cierto cuando hablan de la pesada herencia. Es pesadísima la herencia que significa haber construido 17 universidades publicas, haber logrado el mayor crecimiento presupuestario universitario de toda la historia, con el mayor salario docente y de no docentes, y los panes de becas», puntualizó.
Destacó además los avances en términos de incorporación de primera generación de universitarios en la universidad pública, y al respecto informó que según mediciones recientes Cuba y la Argentina son los dos países con mayor proporción de población universitaria» (detalló que la tasa en Argentina alcanza al 4,5 por ciento, 3,5 por ciento en universidades publicas y gratuitas).
Si bien reconoció que a su gestión le «faltó mucho», en la medida en que la implementación de la AUH «significaba que teníamos una parte muy importante de los trabajadores en el sector informal», aseguró que la realidad social desde la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada se deterioró gravemente.
«Son momentos difíciles donde pareciera ser que se ha instalado un sentido común contrario a los intereses de las grandes mayorías», advirtió, y al respecto exhortó a las universidades a investigar los «mecanismos» que el «establishment» inoculó en la «subjetividad» de las personas para «hacerles creer que su situación personal es independiente de las políticas económicas de un país».