Un grupo de personas asaltó el Hospital de Wilde, mientras atendían a un amigo herido durante una pelea, y se robó elementos médicos y causó destrozos. El hecho ocurrió el domingo último en la entidad ubicada en Baradero 5856, en Avellaneda.
El médico Osvaldo Estigarribia contó durante una conferencia de prensa que un hombre había ingresado herido tras mantener una pelea en la que lo cortaron con una botella.
Sin embargo, un grupo de entre 15 y 20 personas que llegaron en dos camionetas entraron a la guardia y comenzaron a romper y a robar elementos de trabajo.
Según Estigarribia, algunos electrocardiogramas y desfibriladores fueron «dañados» y se robaron «materiales descartables, insumos y medicamentos».
«Nosotros contamos con seguridad pero siempre es insuficiente entrando veinte personas y no solamente estuvieron en el lugar sino que recorrieron todo el hospital», agregó el facultativo, quien se mostró sorprendido por «la cantidad de gente que vino a cometer este acto vandálico y de forma organizada».
El médico dijo que el hospital tiene cámaras de seguridad y pese a que «en ese momento se trabó el disco duro» quedó «todo registrado» y se hizo la denuncia correspondiente.
Durante el ataque al hospital, los pacientes que estaban en la guardia se «refugiaron en el estacionamiento», mientras que una de las mujeres que acompañó al hombre herido le pegó una «bofetada a una enfermera», quien no sufrió lesiones serias.
«Es un caso de violencia, no importan la magnitud del golpe, (la enfermera) fue atendida rápidamente y gracias a Dios no sucedió nada que tengamos que lamentar», añadió.
Por último, Estigarribia explicó que el centro asistencial está situado en una «zona muy conflictiva» porque está «en el borde del distrito Avellaneda y Quilmes, expuesto a esto que es cotidiano».