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Falleció Benito ‘Poncho Negro’ Cejas, goleador de Lanús que hizo historia en los 50

Benito ‘Poncho Negro’ Cejas fue un goleador que dejó huella en el Lanús de la década del 50 y desde hace 35 años estaba radicado en la ciudad de Córdoba, donde hoy dejó de existir y a lo largo de sus 83 años dejó atrás muchas historias, de fútbol y de vida.
También fue integrante del seleccionado Juvenil que ganó la medalla de oro en los Panamericanos de México ´55. Fue una persona muy querida en el universo «granate».
Cejas será recordado por juego de habilidad y capacidad para definir, de 1.80 de estatura y rápido para moverse en el área rival, integró el mejor equipo de la historia de Lanús, según la mayoría de los historiadores, junto a Alvarez Vega, Pratto, Beltrán, Daponte, Guidi, Nazionale, Carranzo, Lugo, Cejas, Reinoso y Moyano. De hecho, el estadio de Lanús está sobre la calle Guidi.
Pero dentro de su historia deportiva existe otra, por fuera de ella, que lo hizo famoso en ese tiempo, porque finalmente se terminó vinculando nada menos que con Boca Juniors.
Corría el año 1955 y mientras cumplía el servicio militar, Cejas protagonizó un acontecimiento que daba para un film. En septiembre estalló la llamada «Revolución Libertadora» y mientras la Armada y la Fuerza Aérea estaban abiertamente contra el segundo gobierno de Juan Perón, el Ejército dividió fuerzas.
Durante dos o tres días las emisoras uruguayas daban información de enfrentamientos de soldados entre fuerzas «leales» al gobierno y «rebeldes» impulsados por el general Eduardo Lonardi, jefe militar en Córdoba. Cejas, con medio centenar de soldados, fueron llevados en camión desde Azul a Olavarría.
La confusión de los soldados era tal que en una de las escalas se produjo un clásico desbande. Nadie quería enfrentarse en semejante situación. La familia no tenía noticias y en Lanús, al cabo de tres días de no conocerse su paradero, algunos directivos pensaron lo peor.
Mientras tanto Cejas, viajando a «dedo» llegó un día antes del partido trascendental que debía jugar Lanús, que recibía a Boca en la vieja «Fortaleza granate», la de tribunas de madera. Estadio repleto. Boca campeón del 54 y puntero hasta ahí en el 55, en un torneo que al final ganó River.
Cejas jugó a pesar de lo vivido, y tuvo un domingo glorioso: había salvado su vida, volvía como un héroe de historietas y, para cerrar la película, hizo el gol del triunfo. Salió en andas de la cancha y la hinchada lo bautizó «Poncho Negro», el héroe accidental. En los cajones de su ropero guardó solamente una camiseta de la selección argentina y entre los recuerdos dolorosos una fractura de peroné que le provocó Néstor ‘Pipo’ Rossi y tuvo como secuela una merma en su rendimiento. Hoy el pueblo ‘granate’ se vistió «de negro» por él.

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