Un tribunal oral de Lomas de Zamora define hoy en una audiencia la pena para dos hermanos que fueron hallados culpables por el Tribunal de Casación Penal bonaerense del asesinato del subcomisario Juan Carlos Klodczyk, ocurrido durante una salidera bancaria en 2011, informaron fuentes judiciales.
La audiencia de cesura se realiza en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 del mencionado distrito judicial, ubicado en Larroque y Camino Negro, de Banfield.
Los jueces Luis Gabian, Daniel Mazzini y Eduardo Banchieri tienen que establecer la pena de 8 a 25 años de prisión por el delito de «homicidio en ocasión de robo» para los hermanos Adrián Alejandro Vicente (35) y Daniel Silvio Vicente Pezzo (30).
La condena a ambos había sido ordenada por la sala I del Tribunal de Casación Penal Bonaerense, que consideró a los hermanos responsables del crimen del policía Klodczyk.
La fiscal de juicio, Mariana Monti, dijo a Télam que «ahora el tribunal deberá condenar con la pena máxima a los hermanos Vicente porque son culpables del fusilamiento del subcomisario Juan Carlos Klodczyk».
La audiencia tiene lugar porque el mayor de los hermanos fue apresado el 2 de junio último en el barrio privado Marina Mercante, ubicado en avenida Jorge Newbery y San Lorenzo, de Ezeiza, luego de permanecer tres años prófugo tras una investigación ordenada por Monti.
La fiscal había previsto que se montara una vigilancia discreta en la zona, tras diez meses de escuchas telefónicas y trabajo de campo, y por lo que los efectivos de la Unidad de Ejecución de Capturas de la Policía Bonaerense (UECPB) lograron la detención tras ver que salía un Chevrolet Classic gris que se había establecido que era usado por el prófugo.
En tanto, su hermano ya está detenido por otro hecho.
El crimen de Klodczyk (41) ocurrió el 12 de diciembre de 2011, cerca de las 12.30, cuando el subcomisario acompañó al banco a su tía Alicia, viuda del ex jefe de la Policía Bonaerense Pedro Anastasio Klodczyk, muerto en 2000 tras una enfermedad.
La mujer retiró 12.000 pesos de su pensión y luego ella y su sobrino fueron a almorzar a la parrilla «Diógenes».
Tras estacionar el auto, ambos descendieron y caminaron hacia el local, situado en Esquiú y avenida Perón, de Lanús, donde tres hombres armados descendieron de una Chevrolet Meriva y de una moto e interceptaron al subcomisario, que estaba vestido de civil.
Mientras la tía, que llevaba el dinero, salió corriendo rumbo a la parrilla, el efectivo se resistió al robo al dar la voz de alto, y los delincuentes le dispararon en la cabeza, espalda y brazo y luego lo remataron en el piso.
Finalmente, los ladrones escaparon sin robar nada a bordo de la moto, conducida por un cómplice y, en el auto, durante la fuga, uno de los delincuentes gritaba: «Lo pusimos…lo pusimos!, mientras todos reían a carcajadas.
Al momento de su muerte, la víctima prestaba servicios en la comisaría séptima de Villa Industriales, en Lanús, y si bien en un principio se creyó que su asesinato podría haber estado relacionado con su trabajo o el de su tío, luego se descartó.
Los hermanos Vicente llegaron al juicio oral en calidad de detenidos en junio de 2014, pero la fiscal Marcela Dimundo consideró que las pruebas recolectadas en el debate no eran suficientes y no los acusó, por lo que quedaron libres.
El fallo absolutorio fue apelado por la familia de la víctima y en septiembre del año pasado la sala I del tribunal de Casación anuló esa decisión y ordenó que el mismo tribunal los condene por «homicidio simple», lo cual tendrá lugar el lunes.