Un adolescente fue condenado hoy a 14 años de prisión por el crimen de un oficial de la Policía Federal Argentina (PFA) asesinado de 12 balazos en junio de 2016, cuando se resistió a que tres delincuentes le robaran el auto mientras iba a buscar a su sobrina a un club social de Lanús, informaron fuentes judiciales.
Se trata de un chico de 17 años, a quien el Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil 1 de Lomas de Zamora consideró culpable del homicidio agravado de Daniel Ezequiel Montalto (35), quien prestaba servicios en la comisaría 2da. de la PFA.
Según las fuentes, la fiscal del juicio, Andrea Rodríguez Bagnara, había solicitado en su alegato del viernes que el acusado fuese condenado a 25 años, mientras que la defensa oficial pidió que no recibiera pena sino que fuese enviado a vivir con su padre ya que cuando residió con su madre «no fue bien cuidado».
El propio adolescente dijo en sus «últimas palabras» antes del veredicto que él estuvo en el asalto al policía Montalto pero que no disparó contra la víctima.
También reconoció que lo mandaban a robar autos por 4.000 pesos y señaló a los otros detenidos por el crimen como parte de una banda que se dedicaba a cometer esos delitos en la zona Lanús.
Sin embargo, durante el debate, una hermana de la víctima reconoció al ahora condenado como uno de los delincuentes que disparó contra el policía.
Durante el proceso, la familia Montalto estuvo acompañada por Walter Miralles, presidente de la Dirección de Asistencia a las Víctimas y Relación con la Comunidad del municipio de Lanús y padre de Santiaguito, el niño de 6 años asesinado en 2005 en la localidad de Canning.
En tanto, los otros dos detenidos, que son mayores de edad, serán sometido a juicio después de la feria judicial invernal.
El crimen fue cometido cerca de las 20 del 28 de junio del 2016, cuando Montalto, vestido de civil, iba junto a su hermana a bordo de un Toyota Corolla a buscar a la hija de la mujer al Club Social de Lanús, donde la niña asistía a sus clases de natación.
Al llegar a la calle Coronel Pringles al 1000, de Lanús Oeste, el hombre y su hermana fueron abordados por al menos tres delincuentes armados que los amenazaron con fines de robo y les exigieron dinero y celulares.
En ese momento, Montalto se identificó como policía y se defendió con su pistola reglamentaria, por lo que se originó un tiroteo que terminó cuando recibió tres balazos que le provocaron la muerte casi en el acto.
De acuerdo a la investigación, el policía alcanzó a balear a dos de los tres delincuentes que escaparon a bordo de un Ford Focus robado y en el que los aguardaba un cuartó cómplice, aun prófugo.