Uncategorized

Liberan a un productor de seguros tras pago de rescate

Un productor de seguros fue secuestrado anoche en Temperley, cuando arribaba a su casa en una camioneta Renault Duster. Luego de que su mujer pagara un rescate cercano a los mil dólares, el hombre fue liberado.
El hecho ocurrió en Tuyú al 500, cuando Alejandro Díaz intentaba ingresar a su domicilio, tras un viaje a Chascomús. En la casa lo esperaba su esposa, que estaba con sus hijos de 7 y 9 años, y a quien acababa de llamar para avisarle que estaba por ingresar a la cochera.
«Cuando abro el portón y estoy dispuesto a entrar el auto veo que me cruzan un auto atrás, que choca el mío. Primero pensé que era alguien que agarró una loma de burro que hay ahí y me rozó por accidente, pero cuando miré por el espejo tenía a tres personas atrás con armas apuntándome», relató esta mañana Díaz a la prensa en la puerta de su vivienda,
«Les dije por favor que a mi casa no, que tengo nenes chiquitos. Me dicen ‘no, no vamos a entrar a tu casa’ y me suben al auto de ellos», recordó la víctima, quien dijo que los captores eran en total cuatro, de entre 35 y 40 años, y que lo trasladaron unas cuadras.
Pero a poco de desplazarse, los captores le pidieron a la víctima su celular para llamar a su familia y pedir rescate, momento en que Díaz le dijo que lo había dejado en su auto.
«Me empezaron a sacar todo lo que tenía en los bolsillos y me dijeron: ¿y el celular?. Ahí les dije que había quedado en el auto, me insultaron, volvimos marcha atrás, se subieron a la vereda y uno se ellos entró al auto y lo agarró», añadió el productor de seguros, quien explicó que a esa hora la calle estaba muy transitada y que más de una persona debió haber visto lo que sucedía.
Según Díaz, una vez que tuvieron su teléfono, lo obligaron a colocarse en el suelo del auto -aparentemente un Chevrolet Corsa u Onix- y le dijeron que llamara a su esposa y las pusiera al habla para poder pedirle dinero.
«Ahí mantuvieron diálogo con mi mujer, me dieron el teléfono a mí y le dije ‘quedate tranquila, ya perdí, lo único es que juntes la plata que tenemos en casa'», continuó el corredor de seguros.
Díaz recordó que él les dijo a los delincuentes que en su casa no había mucho dinero y les propuso, incluso, ir hasta un cajero a retirar más, aunque ellos prefirieron quedarse con la cantidad que pudiese reunir su esposa, que fue de unos mil dólares y cinco mil pesos.
Una vez que la mujer reunió el dinero y dejó a sus hijos en la casa de un vecino, los captores le indicaron que debía subirse al auto y llevar el rescate en una bolsa hasta el lugar donde ellos le indicaran.
«La hicieron salir para Pasco y Salta, que es un paso muy fácil para cruzar a Quilmes, y en una calle paralela la hacen detenerse con balizas y dejar la bolsa», relató.
El hombre contó que en medio de esa maniobra su mujer se puso muy nerviosa: «Les pedí que me dejaran hablar porque sino todo iba a terminal mal», recordó.
Y agregó: «Todo habrá durado una hora, le dijeron ‘acá te estamos viendo, dejá la plata ahí y hace media cuadra’. Discutieron entre ellos a ver quien se bajaba a buscar la bolsa, me decían ‘mirá que vamos a contarla y si no si es más o menos lo que decís te matamos'».
Díaz dijo que no le taparon la cara, que lo golpearon un poco para amedrentarlo y que, una vez que obtuvieron el rescate, le ordenaron que se bajara del auto y corriera hasta el de su esposa,
El corredor de seguros explicó que no alcanzaron a llamar a la Policía porque todo fue muy rápido, aunque poco después una patrulla llegó al lugar por el llamado de vecinos que advirtieron su captura.
Finalmente, el hombre dijo que en breve planea mudarse con su esposa y sus hijos a vivir a una ciudad más alejada porque «la calidad de vida es mala» en su zona.
«Soy una parte de la estadística que por suerte salió bien. Quisiera no ser parte pero uno todas las noches se acuesta sabiendo que en algún momento le va a tocar», expresó.
«Cualquier ciudadano que vive en la provincia de Buenos Aires se acuesta pensando ‘cuándo me va a tocar y que el día que me toque por favor que no sea con los chicos, que no sea adentro de mi casa y que termine todo bien», concluyó.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *