Los vecinos de Avellaneda y del barrio porteño de Barracas hicieron conocer hoy sus reclamos por lo que consideran «excesivas demoras» en la reapertura del Puente Bosch, cerrado desde el último 1 de julio y que según las promesas de las autoridades a cargo de ese cruce sobre el Riachuelo sería habilitado al tránsito el 31 de julio.
El Puente Bosch es muy utilizado por los automovilistas que eligen ese paso cuando está interrumpido el tránsito sobre el Puente Pueyrredón.
Desde la Asociación de Vecinos de la localidad de Piñeiro, Avellaneda, señalaron que ningún cartel (como indica la ley) informa sobre obra alguna en el lugar, en donde sólo hay paneles que impiden el paso y en los que se lee la frase «puente cerrado-desvío» desde hace más de tres meses.
Por el lado del gobierno porteño, voceros del área de Obras Públicas señalaron que «en todo este tiempo se estuvieron haciendo obras para reforzar la estructura y se mandaron a hacer mediciones para definir qué peso puede seguir pasando por ese puente»
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Sin embargo, las entidades que agrupan a los vecinos de Piñeiro sostienen que no pudieron comprobar que se realizaran trabajos en el lugar mientras el puente permanece cerrado.
El Puente Bosch fue inaugurado el 30 de julio de 1908 con las características de un puente levadizo construído a nivel de las calles de la zona, que permitía el paso de los barcos que navegaban por el Riachuelo, pero en 2001 fue clausurado a raíz de su deterioro.
En el año de su centenario, fue reacondicionado por el ministerio de Planeamiento y Obras Públicas de la Ciudad y el 29 de mayo de 2008 fue habilitado al tránsito liviano, con restricciones de altura (4,10 m) y peso (12 toneladas). Fue ubicado en la categoría A-20 por la Dirección Nacional de Vialidad, apto para que circulen automóviles, combis y colectivos, mientras que está vedado el paso de camiones.