Una mujer y su actual pareja fueron condenados a prisión perpetua por el homicidio calificado del ex esposo de ella, un veterano de la Guerra de Malvinas que vivía en Florencio varela. Se trata de Héctor Jesús Barraza de 52 años, a quien golpearon y prendieron fuego vivo para robarle su pensión en 2014.
En el mismo fallo, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Quilmes también condenó a un tercer imputado a la pena de 10 años ya que lo consideró «partícipe secundario» del hecho.
Según las fuentes, la prisión perpetua recayó sobre la ex esposa de Barraza, Estela del Valle Figueroa (46); y la pareja de ésta, Javier Ponce Luque (28); mientras que el cuñado de éste, Néstor «Sal Fina» Jara (26), recibió la pena más baja.
Tras darse a conocer el veredicto, el público se retiró de la sala de audiencias y cortó el tránsito sobre la avenida, encabezados por los parientes más cercanos a Barraza y portando carteles con imágenes de la víctima y de los ahora condenados, es inscripciones como «justicia», «perpetua» y «culpables».
«Estamos muy conformes. Se hizo justicia. Era lo que esperábamos», dijo a la prensa Rosa, hermana del ex soldado asesinado, y agregó: «Le arrancaron la vida a una persona excelente, que ayudaba a todo el mundo.»
«Del Valle Figueroa tenía la ambición grabada en la frente y quería quedarse con todo lo de mi hermano. Ella le pedía y mi hermano, sin bien no tenían hijos, le pasaba una manutención mensual», contó la mujer, quien, por último, agradeció el apoyo de los jueces, fiscales y de los ex camaradas que pelearon en el conflicto bélico con Gran Bretaña de 1982.
Por su parte, Jorge Alfano, presidente del Centro de Veteranos de Malvinas de Florencio Varela, recordó que Barraza era el «Alma mater» de dicha institución, por lo que cuando ocurrió el crimen los ex combatientes se sintieron «muy dolidos».
«Ahora estamos contentos con el fallo», señaló Alfano, quien describió a Barraza como «una persona maravillosa» que «se movía para todos lados en beneficio de los veteranos y los vecinos ya que también tenía un comedor cerca de su casa».
La semana pasada, el fiscal de juicio Sebastián Videla había pedido prisión perpetua para Del Valle Figueroa, Ponce Luque y también Jara por el delito de «homicidio agravado con el concurso premeditado de dos o más personas en carácter de coautores».
A su vez, el fiscal desistió de acusar a la hermana de Ponce Luque y pareja de Jara, llamada Marcela (22), quien por falta de pruebas fue absuelta y quedó en libertad.
El cuerpo de Barraza fue hallado el 19 de enero de 2014 dentro del baúl de un auto Renault Sandero incinerado, en un predio sembrado de soja ubicado en 517 y La Trilla, en la localidad de Ingeniero Allan, en Florencio Varela, en el sur del conurbano bonaerense.
De acuerdo con el expediente, la autopsia reveló que Barraza tenía un fuerte golpe en el cráneo propinado con un objeto contundente y signos de haber respirado humo negro, por lo que para los peritos se desvaneció cuando lo encerraron en el baúl que prendieron fuego y allí murió asfixiado.
Las primeras averiguaciones de los pesquisas se orientaron hacia Del Valle Figueroa, de quien Barraza estaba separado hacía siete años, aunque aún se frecuentaban y aparentemente mantenían una buena relación.
Como la pareja no tuvo hijos, la mujer era la única heredera ya que nunca habían gestionado el divorcio, en tanto las peleas comenzaron cuando ella descubrió que él había cobrado 100.000 pesos de su pensión como ex combatiente y le reclamaba una parte.
Las autoridades decidieron intervenir las líneas telefónicas de los acusados a raíz de la ansiedad que la ex esposa demostró por obtener el dinero y un robo a la casa de Manuel, el hermano de Héctor, en el que finalmente se llevaron el dinero que le había dejado la víctima en custodia.
Según los investigadores, Del Valle Figueroa y Ponce Luque engañaron a Barraza y lo convencieron de ir hacia el campo de Ingeniero Allan donde Jara trabajaba como casero.
Allí lo hicieron beber gran cantidad de bebidas alcohólicas y, una vez que estuvo ebrio, lo golpearon hasta desmayarlo, lo metieron en el baúl de su propio auto y le prendieron fuego, con la intención de apoderarse del dinero que Barraza había ahorrado durante años con la pensión que recibía como ex combatiente de Malvinas.
Y en base a los elementos de prueba recolectados en la causa, los ahora condenados quedaron detenidos a fines de agosto de 2014.