
Río de Janeiro es mucho más que una gran ciudad de un país gigantesco, es más que las postales del Cristo, sus playas abiertas todo el año y la exuberancia verde que cubre sus morros. Es una gran urbe donde todos los días se multiplican las opciones culturales, deportivas, recreativas y gastronómicas para satisfacer a los turistas que llegan desde todo el mundo. Si los cariocas eligieran como lema de su hogar “Vive Río de Janeiro, porque es imposible explicarlo”, estarían en lo cierto.
Como ejemplo, a las habituales excursiones al Pan de Azúcar y al Corcovado, desde donde se podrán conseguir buenas postales del paisaje circundante, una buena alternativa es caminar hasta la cima del Morro Dois Irmãos, un ejercicio de trekking de baja dificultad y que aseguran una de las mejores vistas de Río.
Aunque no es lo común, si el mal tiempo los sorprende, es una gran oportunidad para recorrer el centro de la ciudad, con su monumental Catedral y el Teatro Nacional, o ir al Museo del Mañana, el de Arte Moderno, o a las exposiciones del Centro Cultural Banco de Brasil.
Entre otras propuestas culturales, está una muy típica que es ir a escuchar y bailar samba en Pedra do Sal, posiblemente el lugar donde nació esta música, con un gran valor sentimental e histórico para los brasileños.
Las zonas de playas al sur de la ciudad son las más seguras y las más demandadas por los turistas. Los barrios de Leblón e Ipanema se consideran los más confiables. Respecto
de Ipanema, tan famosa como la garota imortalizada por Vinícius de
Moraes, es especialmente buena para alojarse, sobre todo en cercanías de
la plaza General Osorio donde está la última parada del subte,
fundamental para desplazarse comodante. Muy cerca están la playa de
Arpoador, la Lagoa Rodrigo de Freitas, ésta última ideal para hacer
deporte por las mañanas, y la calle Farme de Amoedo, con muy buenas
opciones para comer.
Si lo que se busca es una alternativas más económica, está el barrio de Botafogo. Se encuentra a una sola parada de subte de Copacabana y tiene buenos bares y restaurantes.
Pero al ser una de las magalópolis más importantes de América del Sur, la ex capital brasileña no está exenta de los riesgos que se viven en otras ciudades del continente. Las noticias de 2018 que hablan de que la violencia en sus calles se han multiplicado pero, según afirman las autoridades, algunas sencillas precauciones alcanzan para eludir los peligros. Uno de los más importantes es no dejarse guiar por aplicaciones ya que en la mayor parte de los casos se limitan a unir un punto con otro de la ciudad sin conocer sus características. Una idea más que es necesario desterrar es que ni todas las favelas son peligrosas, ni sólo son peligrosas las favelas.
Finalmente, una opción siempre recomendable es contratar un seguro de viaje. Puede ocurrir cualquier imprevisto de salud puntual o un accidente realizando cualquier tipo de actividad. Aunque muchas veces parece una pérdida de dinero, puede ser todo lo contrario en el caso en que su uso sea necesario.