El concejal por Cambiemos Marcelo Villa criticó la presentación en la Universidad de Lanús de un «Tribunal experimental de Mediación» que sigue el modelo que se desarrolla en Roma cuando el municipio «realiza con éxito esa tarea desde mayo de 2017». Además criticó a los padrinos de la iniciativa, el ex juez Raul Zaffaroni y el dirigente social Juan Grabois.
La mediación es un proceso en el que temas menores -que van desde ruidos molestos hasta árboles que trasgreden las medianeras- son abordados por un arbitraje que busca evitar la judicialización de la problemática.
«La mediación comunitaria o vecinal se hace en muchos lugares de Argentina y en el municipio de Lanús desde 2017. Desde esa fecha se recibieron 350 casos y en 270 de ellos se llegó a la resolución», señaló el edil en diálogo con APLanús.
En la tarde del martes, la UNLa fue sede de la presentación de un sistema de mediación que cuenta con el apoyo del ex juez de la corte suprema Raul Zaffaroni, del ex candidato a intendente Julián Álvarez, de la rectora Ana Jaramillo y del dirigente social Juan Grabois, aunque este último no asistió al encuentro.
En ese sentido, Villa criticó la utilización política «de un hecho que es interesante a la vista de un vecino» pero consideró que fue un error presentarlo «como algo novedoso en un lugar que ya se hace».
«Esto es cómo que yo diga ‘habría que hacer un MetroBus en La Matanza». Van a venir a decirme ‘eso ya está hecho'», comentó Villa.
Respecto de los procesos de mediación, el concejal destacó que sirven para evitar la llegada de casos a la justicia: «Estos temas en la justicia pueden llevar años y, además, implican un gasto grande para el Estado».
En el caso de Lanús, un vecino «sólo necesita presentarse en el Centro de Atención y pedir un turno de mediación. Luego se presenta ante el equipo para explicar la situación y es ese ‘árbitro’ quién llama a la otra parte».
«El sistema está pensado de tal manera que aquel que toma la denuncia no hace la mediación para no sentirse influido por haber estado en contacto con el damnificado», explicó.
El proceso es voluntario para ambas partes y, en la mayoría de los casos se resuelve en 3 o 4 encuentros.
«Sólo en la provincia de Buenos Aires hay 10 municipios que aplican este sistema, y la verdad es que no hay necesidad de referenciarse en lo que se hace en otro país. Aún así, podrían haber propuesto mejorar nuestro sistema mirando otro, pero nunca decir que hay que crearlo cuando de hecho ya existe», concluyó Villa.