
Las vacaciones de verano 2019 registran fuertes incrementos en los principales bienes y servicios de consumo estival. Según un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), la «canasta turística presenta un incremento promedio del 55 por ciento en diciembre de 2018, respecto al mismo mes del año pasado».
A partir de un relevamiento de precios, el estudio evaluó la evolución del costo vacacional en relación a períodos anteriores. Los resultados marcan una reducción en la ocupación hotelera de 2 puntos porcentuales respecto al año pasado. Esta merma trepa a los 15 puntos porcentuales, en la comparativa con 2015.
Asimismo, casi el 13% de los establecimientos hoteleros cerraron o piensan hacerlo. Adicionando aquellos que decidieron abrir sólo en temporada, se llega al 50% del total de hoteles encuestados.
Por otra parte, los aumentos en los combustibles son uno de los factores que más incide en el aumento de la canasta vacacional. Sólo en un año, se registran incrementos promedio en la nafta de casi 80%.
En cuanto a los rubros de entretenimiento, se registran alzas pronunciadas respecto al año pasado. por caso, el costo de una salida al cine en la ciudad de buenos aires subió 54%, una salida con cena aumentó 54% y el teatro se encareció 48%.
En una apertura por segmento de poder adquisitivo, se advierte que las canastas de vacaciones más austeras son las que más aumentaron. En números, la configuración de tipo “premiun” muestra un avance del 170,5% en tres años. Por su parte, la canasta vacacional “selectiva” aumentó 177,4%, mientras que la “gasolera” fue la que más se encareció, un 179,8% promedio.
Según se indicó, lo anterior implica consecuencias directas sobre la capacidad financiera de los sectores medios de poder llevar a cabo las vacaciones. Por caso, mientras que en 2015 una canasta vacacional estándar equivalía al 102% de un salario promedio, en 2016 esta cifra escaló a 111%, y en la actualidad ya trepó al 132%.