
El gobierno municipal, a través de la oficina de control comunal, clausuró las oficinas de la empresa Edesur en el centro de Lanús.
El cierre de las dependencias se produjo luego de que los inspectores constataran diversas falencias que habían sido denunciadas por vecinos, entre ellas, la insalubridad de los baños públicos y la carencia de alarmas contra incendio.
Aunque funcionarios municipales señalaron que la clausura responde únicamente a las denuncias, la situación se enmarca en una escalada de tensiones entre la empresa y el Ejecutivo local. Ante los reiterados cortes de energía que vienen sufriendo los vecinos, la gestión Grindetti llevó adelante una denuncia colectiva contra la prestadora del servicio que, en declaraciones públicas, llegó a sostener a través de sus directivos que «el municipio de Lanús tienen los mejores índices de calidad del conurbano.