
Este mediodía, el Tribunal Oral Criminal 5 de Quilmes expondrá su veredicto sobre el caso de Priscila Leguiza Lafuente, la niña de siete años cuyo cuerpo fue incinerado y luego arrojado a un arroyo de la localidad bonaerense de Berazategui en 2014. El juicio tiene a la madre de la menor Silvana Lafuente (37) y al padrastro Pablo Verón Bisconti (35) como principales acusados, informaron fuentes judiciales.
En los alegatos de la semana pasada, la fiscal Mariel Calviño solicitó que ambos acusados sean condenados a prisión perpetua por «homicidio agravado por el vínculo»; ella como autora y él como «partícipe necesario».
En tanto, el abogado Julio Torrada, quien representa al padre de la niña asesinada, Gabriel Leguiza, solicitó reclusión perpetua para ambos por los mismos delitos que la fiscal.
«No sólo se cargaron la vida de Priscila, le arruinaron la vida a sus hermanos que los hicieron ser parte de un crimen horroroso», dijo el letrado, quien calificó a los acusados de «bestias» y «salvajes» por haber golpeado a la nena «con un caño o trompadas».
Según el abogado, ambos «estaban plenamente conscientes de lo que hacían, planearon y proyectaron lo que hicieron», motivo por el cual, consideró, «no pudieron pedir la inimputabilidad».
Por su parte, las defensas oficiales de los imputados solicitaron la absolución para ambos por el beneficio de la duda ya que se culparon mutuamente sobre quién fue el autor del crimen.
Además, los defensores requirieron a los jueces Mónica Adriana Rodríguez de Piuma, Juan Martín Mata y Gustavo Darío Farina que el caso sea caratulado como un «homicidio preterintencional», es decir, que la víctima fue golpeada pero no con el objetivo de matarla.
El crimen de la niña comenzó a investigarse el 4 de enero de 2014, cuando Lafuente denunció ante la Policía la desaparición de su hija, a quien dijo haber visto por última vez el primer día del año.
El cadáver de Priscila fue hallado días después, el 7 de enero, entre los pastizales y arbustos del arroyo «Las Conchillas», en el límite entre Berazategui y Hudson.
Tanto la madre como el padrastro de la niña quedaron detenidos el mismo día en el que se encontró el cuerpo y, de acuerdo a la instrucción del caso, ambos mataron a Priscila a golpes, intentaron quemar su cuerpo en una parrilla y finalmente lo colocaron un una bolsa y lo llevaron en un cochecito de bebé hasta el arroyo donde fue encontrado.v