La gobernadora María Eugenia Vidal adelantó que las tarifas del servicio eléctrico en la provincia de Buenos Aires siguen retrasadas por la aplicación de subsidios y con respecto a la inflación, y que por eso deberá sufrir nuevas modificaciones, por lo que incluso empresas cuestionadas como Edelap, se verían beneficiadas por el gobierno bonaerense.
La mandataria intentó poner paños fríos a la situación y aclaró que «el mayor esfuerzo ya está hecho», pero indicó que todavía hay que eliminar un 25 por ciento de subsidios a la generación eléctrica y aplicar la inflación anualizada, que ya alcanza el 55 por ciento.
En campaña, Vidal insistió con la idea de que el bolsillo de los bonaerenses solo está sufriendo un «sinceramiento» de tarifas, por lo que el proceso de los tarifazos solo forma parte de una corrección de los precios, necesaria para mejorar el servicio.
El problema es que, según estudios de entidades de defensa del consumidor, las distribuidoras eléctricas de la provincia ya fueron autorizadas a aumentar sus tarifas hasta un 5600 por ciento, por lo que cualquier suba, a pesar de que porcentualmente sea menor, representará un golpe al bolsillo de los bonaerenses.
Los aumentos serían autorizados incluso para la empresa que presta servicio en la ciudad de La Plata, después de dejar sin luz por más de 5 días a 20 mil usuarios, lo que representa entre 150 y 200 mil personas, más allá de los permanentes cortes que se realizan en la capital provincial.
De esta forma, el ejecutivo finalmente blanqueó que no está en sus planes sancionar a la compañía propiedad de Rogelio Pagano, sino que busca beneficiarla de forma directa con nuevos tarifazos. (Agencia Nova)