
Los trabajadores de la papelera multinacional Kimberly Clark de Bernal se movilizaron ayer hasta las oficinas céntricas de la empresa y la Secretaría de Trabajo de la Nación, en reclamo de «la inmediata reapertura del establecimiento industrial», cuyo cierre provocó más de 200 despidos.
«Ante el anuncio de cierre de la multinacional y el lock out patronal, los delegados denunciaron la presentación de un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) trucho y decidieron mantener la permanencia en la planta», puntualizó un documento de prensa.
Los trabajadores ocuparon la semana anterior la fábrica de forma pacífica ante la decisión patronal de cerrarla y provocar más de 200 despidos, reseñaron los representantes.
Walter Relañez, delegado de base, se pronunció por la necesidad de que el gremio papelero enfrente «los despidos a nivel nacional» ante «la cruda realidad del país».
La fábrica, ubicada en Espora 50 -Quilmes- es una histórica papelera fundada en 1904 por la Compañía General de Fósforos y, en 1997, fue comprada por la multinacional.
La empresa estadounidense fabrica papel higiénico, facial y para pañales, servilletas y rollos de cocina, entre otros productos, con las marcas Kleenex y Scott, y anunció que otros 1.000 operarios continuarán trabajando en sus plantas de Pilar y San Luis.