Desde hoy, un remisero será juzgado por el femicidio de Micaela Lorena Elías, una mujer que trabajaba como mesera de un pub y fue estrangulada con su propia chalina hace tres años en Florencio Varela, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Héctor Fernando Velázquez (65), quien llegó detenido al debate y estará frente al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Quilmes por el delito de «homicidio agravado», que prevé la pena de prisión perpetua.
Fuentes judiciales informaron que la fiscal del juicio será Mariel Calviño y el imputado estará representado por un defensor oficial.
El hecho ocurrió el 9 de agosto de 2016 entre las 7.10 y las 8.30 cuando la víctima salió de su vivienda ubicada en Baradero al 100 de Florencio Varela y fue interceptada por un hombre que circulaba en un Renault 12 celeste.
Horas después, el cuerpo de Micaela, quien trabajaba como mesera en un pub, fue hallado luego que un llamado al 911 denunció que había un cadáver tirado en unos pastizales junto al cruce de 970 y ruta 36, en la localidad de Bosques, del mencionado municipio.
La mujer había sido estrangulada con su propia chalina, que tenía anudada en la parte trasera del cuello, y tenía signos de haber recibido varios golpes en la cabeza y en otras partes del cuerpo.
Como Elías tenía colocados varios anillos y otras pertenencias, los policías habían descartado un crimen en contexto de un robo y, por las características de sus heridas, comenzaron a trabajar con la hipótesis de que podía tratarse de un asesinato cometido por razones personales.
Los investigadores identificaron en su campera el logo de un pub del centro de Florencio Varela, llamado «Rojo Bar», y fueron hasta el lugar. Allí confirmaron que la víctima era empleada del lugar y obtuvieron el dato acerca de un chofer que trabajaba en la remisería contigua al local, quien supuestamente estaba «obsesionado» con ella.
Ese hombre era Velázquez, el cual al ser entrevistado por las autoridades dijo que hacía más de un mes que no la veía.
Sin embargo, al revisar su Renault 12 descubrieron un anillo de mujer y un pañuelo de colores blanco y rosado que, luego, la hija adolescente de Elías identificó como de su madre.
Además, varios testigos desmintieron a Velázquez y aseguraron que el remisero afirmaba que tenía una relación con la víctima a espaldas de su esposa, describieron que tenía una «fijación» con ella y que en varias oportunidades había asegurado «que no la iba a perder».
Luego, los pesquisas obtuvieron el relato de dos testigos de identidad reservada que dijeron haber visto en Bosques el momento en el que un hombre bajaba de un auto como el suyo y arrojaba un bulto al costado de la ruta.
Las huellas que imprimieron los neumáticos de ese auto en el terreno también fueron coincidentes con los del Renault 12 de Velázquez, agregaron los informantes.
Por otra parte, los pesquisas detectaron que ese mismo vehículo fue lavado con lavandina en un aparente intento del sospechoso para borrar rastros.
La principal hipótesis de la investigación fue que el remisero pasó a buscar con su auto a Micaela, que en algún punto del trayecto comenzaron a discutir y que el hombre la golpeó, la ahorcó con la chalina y luego descartó el cadáver.
La víctima no tenía su teléfono celular consigo y el acusado dijo a la policía que había perdido el suyo, por lo que los pesquisas creyeron que Velázquez se había deshecho de los dos aparatos para que no se hallaran las pruebas de su vínculo.