Un joven de 25 años fue baleado por la espalda cuando la víctima fue sorprendido por cuatro delincuentes que iban en dos motos y que lo interceptaron cuando se bajó de su auto Volkswagen Gol.
Según los voceros policiales, se trata de Ezequiel Silveira, que fue herido de un balazo por la espalda y que el proyectil dio a centímetros de la columna, herida que no le provocó lesiones de gravedad y ayer por la tarde fue dado de alta.
El joven fue aparentemente interceptado al voleo por motochorros cuando llegaba a su casa en su auto y que pretenderían realizar un robo con la modalidad entradera acción que logró evitar al correr hacía el interior pero recibió un balazo a quemarropa, agregó el informante.
«Yo estaba abriendo el portón de entrada a mi casa cuando veo dos motos que tipos que estaban frente a mí pero no pude hacer mucho porque uno de ellos se bajo armado. En ese momento pensé que me mataban y comencé a correr para entrar a la casa y recibó un disparo por al espalda que me dejó tirado», añadió el joven.
Y, agregó que los asaltantes «se llevaron mi moto que estaba en el garaje a los empujones pero un vecino que estaba mirando desde su casa salió en mi ayuda y los corrió y los tipos tiraron la moto y escaparon. A él también le dispararon pero por suerte no fue herido».
«Tengo el proyectil en mi cuerpo y los médicos me dijeron que no corre peligro. Fue un milagro que no me mataron. Le estoy totalmente agradecido al vecino que me ayudo porque puso su vida en riesgo porque le dispararon y salió ileso», finalizó Silveira.
La investigación se encuentra a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Quilmes, en el marco de una causa que fue caratulada como «lesiones leves».
La policía proseguía con la búsqueda de los delincuentes en distintas zonas de Quilmes.
La madre del joven dijo esta mañana a la prensa frente a su casa, que los delincuentes «le gatillaron a su hijo sin mediar palabra» y que fue «una desgracia» con suerte.